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"Somos los mejores"

Agüero y sus compañeros, eufóricos, destacan la seriedad con la que encararon el duelo

Ni coronado rey de reyes se suelta Quique Flores, incapaz de sacar pecho con dos títulos y tres finales en apenas tres meses. "Evidentemente, ese era el objetivo, pero había una presión en el ambiente que no tiene nada que ver con la realidad y sigo pensando lo mismo. Esta copa es el cierre del curso pasado. Nuestra temporada de verdad empieza el lunes", rebajó la euforia el técnico del Atlético, que, por si alguien no lo tenía suficientemente claro, remachó: "Es un epílogo, no el prólogo de lo que viene". "Pues... no lo sé. Pero, mientras tanto, voy a tener que cumplir mi promesa de hacer el Camino de Santiago si ganábamos. ¡Que, por mí, estupendo!", se reía Emilio Álvarez, el preparador de los porteros.

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"Ya puedo decir que el Atlético es el mejor equipo de Europa", gritó Agüero más feliz que unas maracas. El argentino, del que en el vestuario y los despachos esperan más que nunca, apuntó una de las claves que inclinaron la balanza: "La mentalidad. Nunca somos favoritos. Por eso nos tomamos este partido, como las otras finales, con tanta seriedad".

"No hay excusas. Fueron mejores", susurró resignado Zanetti. "No podíamos estar ya al ciento por ciento y, tarde o temprano, teníamos que perder", añadió el capitán neroazzurro.

"He visto bien al Atlético. Sabíamos que, físicamente, iba a estar mejor que nosotros. Hemos tenido dificultades. El Atlético ha estado bien organizado, ha hecho buenos contraataques... Y sabíamos que tenía calidad arriba. Todo lo esperado. No hemos podido hacer un gol al principio y manejar el partido", valoró el técnico interista, Rafa Benítez, que volvió a tropezarse con el Atlético tras perder las semifinales de la Liga Europa con el Liverpool. "No vi la intensidad ni la frescura necesaria para un encuentro de este nivel contra un rival físicamente más fuerte", abundó el sucesor de José Mourinho.

"Les hemos anulado porque nosotros nos exigimos siempre. Nos duelen mucho las derrotas... Ya dije el día antes que queríamos ser los protagonistas y no los comparsas", fue el resumen de Quique, que volvió a ganar la partida a su antecesor en el Valencia.

"Hicimos un gran encuentro y podemos festejar un nuevo título. Vamos a tratar de demostrar que tenemos que jugar la Champions. Esto refuerza la confianza para la Liga", intervino Forlán, al que alguno vio enfadado tras su sustitución. "Eso no es así. No pasó nada con Diego. Somos una gran familia. Unas veces jugarán unos y otras veces otros", zanjó Quique.

El borrón a la fiesta fue el comportamiento de una docena de ultras del equipo, que celebraron el gol de Reyes regando de bengalas la pista de atletismo que rodea el terreno de juego y provocando una densa humareda que complicó que los demás espectadores siguieran el encuentro. Antes, los casi 6.000 seguidores españoles aprovecharon la presencia en el palco de Michel Platini para desquitarse y saldar, desde su perspectiva, cuentas pendientes mediante insultos. Y es que no olvidan su apoyo al Marsella cuando el radical Santos Mirasierra estuvo a punto de echar de Europa al club del Manzanares tras causar la intervención de los agentes antidisturbios en un partido de la Champions.

"Que eso no nos amargue la fiesta", pidió Antonio López. El Atlético, al que la segunda copa en tres meses volvió a romper las previsiones del viaje de regreso, ofrecerá el trofeo a los aficionados que acudan al partido del lunes por la noche contra el Sporting. Un día después, aprovechando el parón liguero, los jugadores pasearán la Supercopa por Madrid.

De Gea muestra su entusiasmo por la victoria del Atlético.
De Gea muestra su entusiasmo por la victoria del Atlético.AP

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