Misión: parar a Teodosic

El objetivo era Milos Teodosic. Él fue el verdugo de España en el pasado Mundial de Turquía con un triple infinito. Él es el motor de Serbia, el espejo del seleccionador Ivkovic en la pista. Así que la misión estaba muy clara: parar como fuera al joven base del CSKA Moscú. "Arriesgamos en su defensa", ha explicado Sergio Scariolo, "y el resultado nos ha dado la razón. Hemos conseguido más de 20 asistencias, más de 10 robos y 40 rebotes, y hemos dejado a Serbia en 60 puntos cuando solía estar en los 80. Hay muchas razones para estar satisfechos. Salimos con dos o tres ideas claras de cómo parar a Serbia y debo dar las gracias a los jugadores por su concentración". Especial mérito tuvo de nuevo Pau Gasol. España jugó en algunos momentos en zona para protegerle de las faltas (dos en los primeros tres minutos), y el pívot de los Lakers respondió a lo grande, con 26 puntos en 23 minutos.

Teodosic fue efectivamente un espejismo del jugador brillante que acostumbra. Solo anotó seis puntos y, aunque repartió seis asistencias a sus compañeros, no fue en esta ocasión el baloncestista que suele marcar el ritmo del partido. "Teodosic es el que hace jugar a Serbia. Teníamos unas claves para no dejarle jugar cómodo. Hemos estado dispuestos a ayudar al otro, con muy buena concentración por primera vez durante los 40 minutos. Cuando jugamos así, se nota", añadió Calderón, la pareja de baile de Teodosic y que el domingo tendrá un nuevo rival de aúpa en la dirección del juego, el francés Tony Parker. Será el último duelo de España antes de entrar en la decisiva fase de los cuartos de final.

El seleccionador serbio, Dusan Ivkovic, admitió que España fue "absolutamente mejor" y desveló la pregunta que había hecho a sus jugadores en el vestuario: "¿Cómo es posible que España, con jugadores de la NBA y campeones de Europa, nos respete a nosotros más que nosotros a ellos?".