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Reportaje:

A falta de un buen ataque bien vale la pizarra

De los siete goles que ha marcado el Elche, tres proceden de la estrategia y cinco llevan el sello de la zaga

No es José Bordalás (Alicante; 1964) un técnico al que le guste entregar el destino al azar. "El secreto está en el trabajo y los detalles", establece el preparador del Elche a través de una conversación telefónica, poco después de una intensa sesión de entrenamiento; "hay que preparar cada acción de forma minuciosa, al milímetro. No es ningún secreto, pero en Segunda, el que golpea primero, golpea dos veces. Y en esta categoría, si marcas primero, tienes todas las de ganar". Bien lo sabe su equipo, encaramado en la segunda posición de la tabla tras doblegar en las dos primeras jornadas del campeonato al Girona (1-4) y al Murcia (1-0). Dos triunfos cuyos números responden a un ejercicio de pragmatismo y que nacen de la pizarra. Como a él le gusta.

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"El mejor camino para ganar es jugar bien, pero en Segunda hay mucha igualdad y a veces es complicado poder hacerlo. Hay que exprimir los recursos y la estrategia es uno de ellos, imprescindible en el fútbol actual", explica Bordalás, un preparador intervencionista que profesa una fe ciega hacia el trabajo. "Ofensivamente, tenemos nuestras limitaciones, así que es bueno disponer de alternativas. Nuestro presupuesto ha bajado mucho los dos últimos años y eso se nota mucho arriba. Mi tarea consiste en explorar, en encontrar recursos", admite el alicantino, que, revolviendo en su laboratorio, ha hallado una mina de oro en la retaguardia. De los siete goles que ha marcado su equipo, cinco de ellos llevan la firma de los zagueros. "No es circunstancial, ensayamos mucho", argumenta el central Sergio Pelegrín, pichichi del Elche con tres dianas y, junto a Xabi Etxeita y Gregory Beranger, el tercer defensa que ha saboreado el gol; "el míster es muy metódico".

Lo corrobora el lateral Edu Albacar, autor de cinco goles la campaña pasada -ninguno en la actual- y que se ha convertido en la piedra de toque del cuadro ilicitano. "Tenemos un amplio abanico de jugadas a balón parado. De hecho, hay un día específico en el que trabajamos las acciones de estrategia", relata. "Uno... O si es necesario, toda una semana", prolonga Bordalás, que el curso pasado logró que su equipo fuese el menos goleado de Segunda (42 goles encajados) y mantuviese en 18 encuentros la portería a cero. "Eso no significa que nos echamos atrás, en absoluto", defiende Pelegrín; "nos gusta jugar con las líneas muy juntas, ordenados, pero eso no quiere decir que estemos encerrados en nuestro campo". "Intentamos construir desde el orden, intentamos defender atacando", sostiene el técnico, cuyo equipo apuesta por la presión en campo contrario y la estampida cuando roba la pelota; "el dinamismo, la capacidad para replegarse y abrirse rápido, también es un componente esencial".

La zurda de Albacar, un guante, es sin duda otro de ellos. Pese a no haber marcado todavía, el lateral ha participado en tres goles del Elche y el año pasado, cuando el equipo disputó el playoff por el ascenso, ya tuvo un papel trascendental. "Todo equipo necesita a un especialista y Edu tiene un golpeo sensacional", remarca Bordalás; "en ese sentido, tenemos algo de ventaja sobre otros rivales. Si dispones de esa arma, ¿por qué no explotarla al máximo?". "El míster confía mucho en mí", reconoce el futbolista, que muchos días prolonga el entrenamiento media hora para ensayar el disparo y los centros. "Hoy día, el fútbol ha cambiado mucho y ganar por 4 ó 5 goles ya es casi imposible. En esta categoría casi todos los partidos se deciden por detalles", señala. Su entrenador, estudioso, analítico como un gran estratega, lo certifica.

José Bordalás
José Bordalás

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