Los triples del Barça tumban al Zalguiris
El equipo azulgrana se impone en Kaunas (58-67) y se sitúa a un paso de los cuartos de final
La llave del tiro exterior le está abriendo al Barcelona Regal las puertas de varias de sus victorias más recientes. En Kaunas, el Zalguiris pretendió dominar revocando con cemento el interior de la zona y los triples, los de Lorbek, Eidson y Navarro sobre todo, reventaron la defensa lituana. El Barcelona acabó abriendo hueco en el último cuarto, cuando el Zalguiris trató de dar una última vuelta de tuerca con una defensa en zona. Fallaron Eidson y Navarro un par de triples, pero enseguida se recompuso el ataque azulgrana, con varios francotiradores apostados tras la línea de 6,75 metros y los interiores muy concentrados en la maniobra previa cerca del aro, para acabar abriendo a alguno de los artilleros.
ZALGUIRIS KAUNAS, 58 - BARCELONA REGAL, 67
Zalguiris Kaunas: Kalnietis (6), Lipkevicius (0), Salenga (6), Jankunas (8), Javtokas (4) -equipo inicial-; Delininkaitis (17), Rakovic (9), Klimavicius (0), Kuzminskas (2) y Collins (6).
Barcelona Regal: Marcelinho (3), Eidson (15), Mickael (7), Lorbek (16), Perovic (0) -equipo inicial-; Sada (4), Navarro (18), Vázquez (0), Wallace (2), Ingles (0) y Ndong (2).
Parciales: 19-13, 13-17, 11-17 y 15-20.
Árbitros: Jungebrand (Finlandia), Ryzhyk (Ucrania) y Geller ( Bélgica).
Zalgirio Arena. 13.650 espectadores.
La empresa del Barcelona, anotarse el cuarto triunfo en otros tantos partidos y dejar prácticamente solventado su pase a los cuartos de final, a pesar de que todavía restan dos jornadas, se vio facilitada por la importante baja de Sonny Weems. La ausencia del alero estadounidense, exjugador de Toronto Raptors, se relaciona con sus deseos de regresar a la NBA. Weems es el máximo realizador del Zalguiris, que tampoco pudo contar con el croata Marko Popovic, lesionado.
Aun así, el equipo lituano, logró mantener a raya al equipo azulgrana porque dominó por completo el rebote defensivo y dificultó muchísimo las canastas a corta distancia a los pívots. Baste decir que entre Vázquez, Wallace, Ndong y Perovic sumaron cuatro puntos y el Barcelona se pasó durante más de tres cuartas partes del partido sin capturar un solo rebote en ataque.
Solo un pívot, Lorbek, y la mayor parte de las veces aprovechando su versatilidad para anotar también desde lejos, le dio réditos. Al Barça le costó frenar a un exterior como Delininkaitis y a los pívots, especialmente a Rakovic. Sin embargo, cuando Navarro y Eidson pusieron la directa en el último cuarto, la diferencia superó rápidamente los nueve puntos y el encuentro quedó visto para sentencia.
