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Dani Moreno, un maestro

El ciclista de Móstoles se impone en el repecho final de la segunda etapa

Carlos Arribas
Dani Moreno entra primero en Saint-Felicien.
Dani Moreno entra primero en Saint-Felicien.PASCAL PAVANI (AFP)

Para Andrey Amador, ciclista de Costa rica, cada etapa es una aventura, cada carrera una clásica en la que disfruta plenamente dejándose ver. El corredor del Movistar descubrió el domingo, gracias a un proceso que los ingleses llaman serendipity (en español, de rebote), que la mejor forma de calentar para una contrarreloj (problemática muy tratada en las revistas de fisiología por expertos fisiólogos) consistía en sufrir una avería en la ‘cabra’ 10 minutos antes de la salida. Así le ocurrió a Amador: el proceso del cambio de manillar, de la puesta a punto de la máquina sustitutoria, la lucha contrarreloj justamente para llegar a tiempo, le activó de tal manera el sistema cardiovascular que salió tan lanzado que sin ser especialista terminó décimo del prólogo. El martes, en la llegada al hermoso repecho de Saint Félicien, meta de la segunda etapa de la Dauphiné perdida entre los montes de la Ardèche, intentó de nuevo que el efecto de un movimiento sorpresa tuviera un resultado especialmente beneficioso, pero su ataque a destiempo, a 800 metros de la llegada, si no le dio la victoria al menos le devolvió un par de enseñanzas: la primera, y no sorprendente, que Cadel Evans se toma muy en serio el ciclismo en general y la Dauphiné en particular –y el australiano, segundo en la general, pero con la convicción de un líder putativo, vista la acción decidida de Amador, ordenó a su perro de presa entonces, Van Garderen, que engullera de inmediato al atrevido--, y la segunda, que Dani Moreno, con los años, se ha convertido en un maestro.

Al madrileño, de 30 años, le gusta mostrar lo que ha aprendido, el arte de vencer en los finales en repecho

Moreno, de Móstoles y melena de rockero a lo Jim Morrison que de joven volvía loco a Maximino Pérez, su primer director profesional, con los Doors, es el ‘segundo’ favorito de Purito Rodríguez. Devoto del catalán en el Giro y aprendiz siempre, los ojos bien abiertos siempre, con un punto de admiración por todo lo que ve, sin Purito al lado a Moreno, de 30 años, le gusta mostrar lo que ha aprendido, sobre todo el arte de vencer en los finales en repecho. En Saint Félicien, después del ataque fallido de Amador, después del amago de Nibali, aprovechó a 300 metros el obligado momento de parón para lanzar un contrapié sin respuesta. Ganó por una bicicleta, tremendo. Y cuando le preguntaron que si no era una sorpresa su victoria, respondió fuerte. “No sé si no sería favorito para algunos, pero para mí sí lo era. Era una final que tenía marcado. Ha sido un final complicado porque abordábamos el final tras un rápido descenso, pero era una subida para mí, y a 300 metros he ido a por la victoria”, dijo. “Junto al Giro de Piamonte y la etapa de Sierra Nevada de la pasada Vuelta es mi triunfo más importante”.

Sigue líder a su pesar Bradley Wiggins, que quiere correr la contrarreloj decisiva del jueves con su ‘mono’ especial aerodinámico, sin costuras y ajustadísimo, y por eso volvió a subir al podio con cara de dolor de muelas y apresuradísimo, arrancando el maillot amarillo de las manos a la bella miss atónita.

- Consulte la Clasificación de la etapa y la general

- 1ª etapa: El volcánico Wiggins

- 2ª etapa: Evans se exhibe

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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