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Pau Gasol: “Nuestra generación es histórica”

Ha destrozado las barreras del baloncesto español. Tiene 32 años, suma casi 900 partidos en la NBA y se siente en casa tanto en Los Ángeles como en Barcelona. Próximo reto: vencer con la selección española al todopoderoso equipo estadounidense

R. ÁLVAREZ
El pívot de Los Angeles Lakers acarició en Pekín el sueño de vencer a EE UU en unos Juegos Olímpicos. Cuatro años después, Gasol se concentra con la selección española de baloncesto para este desafío
El pívot de Los Angeles Lakers acarició en Pekín el sueño de vencer a EE UU en unos Juegos Olímpicos. Cuatro años después, Gasol se concentra con la selección española de baloncesto para este desafíoJordi Socías

El chaval que tomó un vuelo poco después de los atentados del 11-S para iniciar una aventura en la mejor liga de baloncesto del mundo acaba de cumplir 32 años y suma casi 900 partidos en la NBA, la competición que no hace tanto tiempo, y desde Europa, se contemplaba como una galaxia inalcanzable. Pau Gasol, el pívot de Sant Boi (Barcelona), de 2,15 metros y 113 kilos, ha roto todas las barreras, acumula un montón de títulos que nunca había ganado un baloncestista español: dos anillos y cuatro veces All Star en la NBA y dos Europeos y un Mundial con la selección, entre otros.

Se ha integrado plenamente en el estilo de vida estadounidense y se siente en casa tanto en Los Ángeles como en Barcelona, tanto en los Lakers como en la selección española. Le aguarda el ilusionante desafío de los Juegos Olímpicos. Hace cuatro años en Pekín acarició España el sueño de batir a la poderosísima escuadra estadounidense con un catálogo de figuras como Kobe Bryant y LeBron James, a los que ahora se ha añadido Kevin Durant. El reto, en Londres, a partir del 27 de julio, vuelve a ser hermoso y titánico. Conversamos con Gasol durante la concentración de la selección española de baloncesto en Madrid, antes de partir rumbo a Londres.

Pregunta. ¿Cuál es su primer recuerdo olímpico?

Respuesta. El del 92. Acababa de cumplir 12 años. Nos llevaron a un par de partidos de baloncesto y a un par de voleibol. Estuvo bien. Me hubiera gustado más ver el Dream Team de Estados Unidos, pero no pudo ser. Creo que fui también a un partido de España, pero no estaba en su mejor momento, me parece.

P. ¿Le inspiran los éxitos de Nadal, Alonso, la selección de fútbol?

R. Cada éxito de cada deportista inspira y motiva al siguiente. Por eso el deporte español atraviesa esta época tan buena. Realmente, cuando te paras a pensar un poco, es espectacular lo que estamos consiguiendo los deportistas españoles.

P. ¿Qué admira más de Nadal y Alonso?

R. Hay unos factores, unas cualidades y unos valores que se repiten y que son básicos en cuanto a tu ambición, a tu capacidad de trabajo, a tu confianza en ti mismo, a querer ser los mejores, a creer en tus posibilidades y a desarrollar ciertos talentos.

P. ¿Se ve reflejado en ellos?

R. Sí. También creo tener estas cualidades como deportista y también en mi carrera deportiva he ido rompiendo barreras. Debes tener esa mentalidad y decirte: “¿Por qué no puedo ser uno de los mejores del mundo en mi profesión o en mi deporte?”. Y una vez llegas a estar entre los mejores, preguntarte: “Y ahora ¿qué he de hacer para poder mantenerme en este nivel durante el mayor tiempo posible?”. Eso es lo que te diferencia de los que llegan y están un año o dos de los que están arriba durante 10 o 15 años. Eso ya son palabras mayores, ¿no?

P. Ambas han sido dos veces campeonas de Europa y campeonas del mundo en los últimos seis años. ¿La selección de baloncesto guarda cierto paralelismo con la de fútbol?

Hay paralelismos entre las selecciones de fútbol y baloncesto, como la ambición de ser los mejores y continuar siéndolo"

R. Es normal. Cuando llegas a cierto nivel de éxito, el nivel de exigencia también aumenta. Todos esperan que vuelvas a repetir. A todos nos gusta ganar y el mayor número de veces posible, pero no siempre se puede porque deben darse una serie de circunstancias. Sí, hay cierto paralelismo. Cualquier equipo que llega a ese nivel tiene una serie de valores que realmente son iguales: la química dentro del grupo, la ambición de querer ser los mejores y de continuar siéndolo… No sé, la humildad, que también es muy importante dentro de un equipo que quiere ser uno de los mejores de la historia. Hay factores comunes, iguales en ambas selecciones; al menos, así lo percibo yo.

P. Comenta Del Bosque que todo se consigue a través del esfuerzo y que en ese sentido la selección de fútbol es fiable. ¿Es ese uno de los objetivos?

R. Sí. Tener la seguridad de que tu equipo lo dará todo. Después se podrá ganar o no. Pero si un equipo es capaz de entregarse y trabajar en la misma dirección, las posibilidades son mucho mayores.

P. ¿Vio a Fernando Alonso llorar de emoción en Valencia? ¿Le ha ocurrido a usted alguna vez algo similar?

R. La situación es diferente. Ellos, los pilotos, tienen ocasión de subir a un podio cada dos semanas. Nosotros no. Jugamos una Liga y un campeonato internacional cada año y son solo dos oportunidades. Se vive de una manera diferente, pero son victorias o campeonatos que cuesta mucho ganar y por lo que sea, tal vez por cómo se han conseguido o porque te cogen en un determinado momento profesional o personal, pueden aflorar las emociones de manera especial.

P. ¿En su caso?

R. Uno es obvio, fue en el Mundial de 2006. No pude jugar la final porque me lesioné de importancia en la semifinal contra Argentina. Tuve que estar en el banquillo con muletas y los compañeros salieron a la cancha con una camiseta de apoyo. Fue muy emotivo. También fue muy especial el primer anillo que gané con los Lakers, pero todavía lo fue más el segundo. En la final que ganamos contra los Celtics después de remontar un partido en el que estuvimos contra las cuerdas. Nos exigió a todos entregarnos al 200% y fue muy dramático, con muchas emociones concentradas en el séptimo partido después de un playoff muy intenso, muy emocional. Tuvimos que ir a tope, lo dejamos absolutamente todo, como si no hubiera más partidos en la vida, como si fuera el último esfuerzo. Fue maravilloso.

P. Pero la vez que le he visto más emocionado intentando transmitir una historia fue explicando un viaje a África como embajador de Unicef.

R. Me llega mucho, para mí es muy importante. Son cuestiones que van más allá del deporte. El deporte es algo importante en nuestra vida, y en la mía particularmente muchísimo. Pero cuando se trata de situaciones en las que las personas están luchando por su vida y que están en circunstancias muy desfavorables y muy difíciles, y además están involucrados niños… El deporte es un medio y gracias a él tengo estas oportunidades. A través de Unicef montamos viajes para cumplir diferentes objetivos. Hace dos años fue el proyecto de Pau y también el School for Africa, en colaboración con la fundación de Mandela, para construir escuelas en Etiopía. Damos apoyo para diferentes programas implantados allí. Fue un viaje muy duro, pero me dejó muy buen sabor de boca porque aportamos nuestro grano de arena.

P. ¿Conocen allí a los jugadores de la NBA?

R. Algunos, los menos desfavorecidos, sí. Los que están en tribus en medio del campo o de la montaña no tienen acceso a ningún tipo de información exterior. Ellos solo se preocupan de la supervivencia, de las cosas más básicas que uno se pueda imaginar. Duermen en el suelo, a veces junto a los animales. Es una situación triste, que se debe mejorar.

Gasol, durante su participación en el 'Allstar' de 2009 con el equipo de la Conferencia Oeste
Gasol, durante su participación en el 'Allstar' de 2009 con el equipo de la Conferencia OesteEFE

P. En 2010 recibió el premio al mejor deportista de la ciudad de Los Ángeles y destacaron que ejemplifica los mejores valores tanto dentro como fuera de la cancha, ayudando en labores comunitarias. ¿Cómo se ha integrado allí?

R. Me siento muy cómodo, muy a gusto, muy reconocido. Estados Unidos me ha dado mucho y tengo una presencia importante allí.

P. ¿Se ve viviendo en Los Ángeles una vez que concluya su carrera como jugador?

R. Ya veremos. En mi mente y en mi corazón, mi deseo es vivir en Barcelona, pero me gustaría siempre tener una casa en Los Ángeles y poder volver cada año.

P. ¿Cómo lleva el hecho de residir en una ciudad en la que están todos los focos mediáticos, llena de celebridades?

R. Trato de llevarlo con la mayor normalidad posible. Es una suerte poder vivir allí, aunque ya tengo demasiado ajetreo con los partidos, los viajes, los entrenamientos. Por eso vivo en una zona que está un poco apartada del centro, en una zona de playa, tranquila [South Beach]. Pero me siento un privilegiado y disfruto de la amistad y de la oportunidad de conocer a gente estupenda como Plácido Domingo, como Antonio [Banderas], como Penélope y Javier [Bardem], y también de saludar a muchas otras celebridades.

P. En Londres vivirá sus terceros Juegos Olímpicos. ¿Admira especialmente a otros deportistas con los que ha convivido en la Villa Olímpica y que son menos mediáticos?

R. He conocido a diferentes atletas olímpicos en diferentes momentos, como a Reyes Estévez, a gente de yudo, a nadadores y a muchas deportistas femeninas, que están también entre las más desfavorecidas desde el punto de vista del reconocimiento y la remuneración. La mayoría no pueden vivir solo del deporte que practican. Hay diferentes niveles. Yo me siento muy afortunado de que mi deporte sea tan reconocido y tan recompensado. La felicidad no te la da el dinero, aunque sí ayuda.

P. ¿Tiene una espina clavada por la final perdida en los Juegos Olímpicos de 2008 ante Estados Unidos?

R. No una espina, pero tenemos una ilusión por conseguir una medalla olímpica y después intentaremos luchar por el oro. Y si eso se produjera, esta generación, ya histórica y memorable, sería todavía más recordada como tal.

P. ¿Se han encontrado la mejor selección española de todos los tiempos con la mejor de Estados Unidos, Dream Team aparte?

R. Sí. Incluso dicen ya que después de estos Juegos volverán a llevar jugadores universitarios en lugar de estrellas de la NBA. Pero ahora mismo así es, y eso lo hace más interesante y más meritorio también. Desde 2006 han cambiado de mentalidad y con el potencial que tienen quieren demostrar que son los mejores del mundo. Al final quieres jugar contra los mejores y el hecho de que pongan todo de su parte da más mérito si eres capaz de ganarles.

P. En 2008 acariciaron el triunfo en la final, pero el primer partido ante Estados Unidos lo perdieron por paliza.

R. Aun así demostramos que podíamos hacerles frente. Y en la final luchamos. La imagen que dimos fue espléndida. Nosotros competimos mucho mejor y con más soltura, no sé en el segundo partido, aun siendo una final olímpica. Aspiramos a ganarles, si se da el duelo, pero no por revancha. No tenemos complejos, ni miedo tampoco; respeto, sin duda, porque lo merecen.

Guardo mi medalla olímpica en casa, dentro de una caja fuerte. Es uno de mis mejores recuerdos"

P. ¿Dónde guarda la medalla?

R. En casa, en una caja fuerte. Es uno de mis mejores recuerdos.

P. ¿Cómo ve al equipo?

R. Fuerte y potente. Se trata de prepararse a conciencia para cuando llegue el partido e ir a por todas.

P. ¿Le influye lo que está ocurriendo a lo largo de esta temporada en la que los Lakers lo han puesto en una incómoda situación y no se sabe muy bien si puede ser traspasado o no?

R. Para mí siempre es lo mismo, venir a la selección supone un cambio de aires total, del que disfruto mucho y me enriquezco. Es totalmente independiente lo que pueda pasar durante la temporada con mi equipo, no tiene nada que ver.

Gasol, con el segundo anillo conquistado con los Lakers, en 2010
Gasol, con el segundo anillo conquistado con los Lakers, en 2010AFP

P. ¿Les molesta que se hable tanto de la medalla de oro?

R. Sabemos que para la gente y para la prensa es normal hablar sobre esta expectativa. Pensar en una hipotética final o en un rival concreto es una distracción que no debemos tener, por atractivo que sea pensar en ello. Por supuesto, todos queremos llegar a la final, sea ante un rival u otro.

P. Por eso, cualquier tropiezo puede ser visto como un desastre.

R. Cuando no cumples expectativas hay decepción. Las ha habido y las habrá en la carrera de un deportista si llega a disfrutar de algún éxito.

Gasol, con Kobe Bryant
Gasol, con Kobe BryantAFP

P. ¿Alguna de esas decepciones le ha dolido especialmente?

R. La final del Europeo perdida en 2007 en Madrid fue un golpe duro, para el equipo y para mí personalmente. Tal vez también los dos últimos playoffs de la NBA con los Lakers no han sido fáciles, aunque no haya sido perder una final.

P. ¿Esa decepción personal por la final perdida ante Rusia en 2007 se debe a que fue usted quien falló el último tiro, el que les hubiera dado el título?

R. No, no. No tiene nada que ver con ese último tiro. Se debe al hecho de que perdimos en casa por un punto, cuando todavía no habíamos ganado ningún Europeo.

P. ¿Llegan a los Juegos en su momento de mayor madurez y esplendor?

R. Eso se tiene que demostrar con el juego y con los resultados. Hemos pasado por muchos momentos buenos y por otros no tan buenos, pero la historia está siempre por escribir, seguro que seguiremos… haciendo historia en Londres.

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Sobre la firma

R. ÁLVAREZ
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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