El Racing prescinde de Fabri

Hundido en la tabla de Segunda División, a dos puntos de salir del descenso, y destartalado institucionalmente, el Racing ha rescindido este martes el contrato de su entrenador, Fabri, después de 17 jornadas, según ha informado el club en un escueto comunicado. La goleada, otra más, recibida el pasado domingo ante el Castilla (4-0) y las declaraciones del entrenador gallego después del encuentro, en las que decía, entre otras cosas, que el equipo tenía muchas posibilidades de bajar a Segunda B “si no se derriba el edificio y se construye desde abajo”, han acelerado la decisión del club. Su segundo hasta ahora, Jimmy Álvarez, ocupará el cargo hasta encontrar un sustituto.

Una medida, la rescisión del contrato de Fabri, que la mayor parte de la afición del Racing pedía a gritos prácticamente desde el momento en que el técnico aterrizó en Santander, dos días antes de que comenzase la temporada, en sustitución de Juan Carlos Unzué, sobre el que se cimentó el proyecto del Racing en Segunda. “No voy a dimitir porque creo que no soy el responsable de la construcción del equipo”, aseguró Fabri tras el partido ante el Castilla, la quinta derrota consecutiva del equipo.

En 17 jornadas, el club cántabro solo ha conseguido tres victorias y sigue dando una pésima imagen, tanto en el terreno de juego, como sobre todo fuera de él, inmerso como anda en una crisis institucional desde que tomase las riendas del club, aún en Primera División, el empresario indio Ali Syed.

En 17 jornadas, el club cántabro solo ha conseguido tres victorias

La situación se agravó tras la última Junta de Accionistas, celebrada el pasado mes de mayo, que dio pie al nuevo Consejo de Administración, presidido por Ángel Lavín, bajo la atenta mirada del expresidente Francisco Pernía. Una maquillada dirección que ha colmado la paciencia de la afición, que partido tras partido se manifiesta contra el devenir que ha tomado el club, que esta temporada cumple 100 años.

La llegada de Fabri a Santander estuvo marcada por la salida de Unzué, el técnico por el que la nueva junta, especialmente Manolo Saiz, ya sin presencia alguna, había apostado. Pero en la semana previa a comenzar la temporada el club prescindió de sus servicios, después de tenerlo trabajando sin contrato durante la pretemporada. Fue entonces cuando Fabri, consciente de la situación que tenía ante sí, pidió “respeto” para poder trabajar y devolver al equipo a Primera. Su paso por Santander, sin embargo, ha estado marcado más por lo que pasaba fuera del terreno de juego, con continuas salidas de tono ante la prensa y con la afición, que por lo que ocurría en el césped.