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El Madrid ofusca otra vez al Barcelona

Mirotic y Sergio Rodríguez mantienen la hegemonía de su equipo frente a un rival con más coraje que acierto

Robert Álvarez
Felipe Reyes levanta la copa de ganadores.
Felipe Reyes levanta la copa de ganadores.L. RICO

El Madrid retuvo en Vitoria su hegemonía en las últimas entregas de su eterna serie en la cumbre con el Barcelona. Tres meses y medio después de ganar la Liga, repitió en la Supercopa, competición en la que defendía el título conquistado hace un año. Le costó lo suyo cerrar el triunfo, hacer valer el dominio que se labró desde el principio y que, en un par de fases, llegó a ser muy importante: 11 puntos al final del primer cuarto (15-26) y, de nuevo, al principio del último (56-67). Pero, frente a las arremetidas del Barcelona, de Tomic y Marcelinho en especial, surgieron Mirotic, Sergio Rodríguez o Rudy Fernández para mantener a salvo el triunfo del Madrid.

BARCELONA, 79-REAL MADRID, 83

Barcelona: Huertas (17), Abrines (5), Papanikolau (7), Tomic (21) y Nachbar (3) —cinco inicial—, Sada (6), Dorsey, Lampe (10), Oleson (8), Pullen (2).

Real Madrid: Llull (3), Darden (11), Rudy (12), Mirotic (20), Bourousis (8) —cinco inicial—, Rodríguez (18), Slaughter (2), Reyes (9), Carroll, Draper.

Árbitros: Conde, Jiménez, Cortés. Señalaron técnica a Sada y Carroll (m. 13) y descalificante a Carroll (m. 13). Técnica al banquillo del Madrid (m. 25). Eliminados: Lampe (m. 34), Nachbar (m. 38), Tomic (m. 39).

8.217 espectadores en el Buesa Arena.

El recién estrenado curso, la nueva configuración de las plantillas, especialmente renovada la azulgrana, no ha cambiado por ahora el escenario de la saga. El Madrid asume su ascendente sobre el juego y el Barcelona se pasa los partidos intentando superarse y confundir a su rival. En Vitoria, donde no pudo contar con los convalecientes Navarro y Lorbek, estuvo a punto de conseguir su objetivo pero se confundió a veces y no pudo echar el lazo al trío que le llevó de cabeza. Mirotic, inteligente, efectivo, con un punto más de fortaleza física que la pasada campaña, destrozó la defensa del Barcelona. Sergio Rodríguez llevó el timón con soltura y pese a que sumó cuatro pérdidas, descerrajó el muro azulgrana a base sobre todo de penetraciones. Rudy Fernández hizo un poco de todo: anotó, reboteó, asistió y se marcó un par de mates, a pesar de que se vio limitado porque sumó muy pronto su cuarta falta. Pero el Madrid pudo con todo y en los peores momentos, cuando Tomic y Marcelinho Huertas tiraron con fuerza de su equipo y llegaron a ponerlo a tiro de piedra (71-73 y 75-77), encontró respuestas contundentes.

Los de Laso saben ver los agujeros que dejan los azulgrana en el interior de su zona

El Madrid, de entrada, le pilló a contrapié al Barcelona. El equipo de Laso iba dos pasos por delante, lo que traducido al marcador puede resultar tan contundente como esa brecha de 11 puntos que abrió en ocho minutos. Mirotic y Darden sacaron ventaja de su juego de espaldas ante Nachbar y Abrines. Y el Madrid jugó con la velocidad y los espacios en los que suele primar la clase de sus artilleros. Rudy, Mirotic, Darden y Llull sumaron cinco triples y establecieron un panorama parecido al de su semifinal ante el Bilbao, al que apabullaron con 19 dianas desde la máxima distancia.

El Barcelona fue adaptándose al cariz de la final y a la exigencia de su adversario. Su defensa mejoró con la entrada de Dorsey, Lampe, Oleson y Sada, a pesar de la desesperación que provocan en ocasiones los errores posicionales del pívot estadounidense y también del polaco. Felipe Reyes explotó su habilidad para maniobrar y ser efectivo entre ambas torres y Sergio Rodríguez mantuvo cierto caudal ofensivo del Madrid a base de penetraciones. Pero el Madrid empezó a evidenciar mucha más incomodidad ante la defensa del Barcelona. No anotó ningún triple en el segundo cuarto y de hecho concluyó el partido con los cinco que anotó en los diez primeros minutos.

Se sintió perjudicado el Madrid por la decisión de los árbitros, que decretaron la exclusión de Carroll tras una acción en la que se las tuvo tiesas con Sada. Ambos forcejearon por la posición y, tras un bloqueo de Slaughter, se engancharon hasta caer sobre una de las líneas laterales que delimitan la cancha. Oleson, Lampe y el propio Sada fueron estrechando el marcador. Un triple de Oleson llegó a poner por delante a su equipo (42-41). Fue un episodio fugaz.

Carroll y Sada se las tuvieron tiesas. El madridista acabó expulsado

El Madrid supo ver los agujeros que dejó el Barcelona en el interior de su zona. Los exteriores no frenaban a sus pares a tiempo y, cuando Mirotic, Sergio Rodríguez o Rudy Fernández se metían en la cueva ya era demasiado tarde como para que Dorsey, Tomic o Lampe les cerraran el paso. Lo intentaron y acabaron pagándolo con un montón de faltas. Tomic, Lampe y Nachbar, que después de su exhibición ante el Bilbao estuvo horrible, fueron eliminados. El Madrid se forró desde la línea de tiros libres, a la que acudió en 36 ocasiones y de la que sacó 30 puntos. Además de Nachbar, tampoco Pullen y Lampe estuvieron acertados. El Barcelona porfió y aprovechó un bajón ofensivo del Madrid en los últimos compases del partido. El título no se decidió hasta el último segundo. El Madrid siempre se mantuvo por delante pero le costó muchísimo llegar a la orilla para cantar victoria. El Barcelona se situó repetidamente a dos puntos, pero el Madrid administró con solvencia y un fallo de Abrines a 34 segundos para el final, con 75-77 en el marcador, seguido de dos puntos de Sergio Rodríguez, acabaron de cerrar el triunfo del Madrid.

Se quedó corto el Barcelona, sin la fuerza interior que se presuponía de la imponente batería de pívots que ha reunido para esta temporada y falto de acierto en el tiro de larga distancia, sin alternativas dado el mal día de Nachbar y Pullen. El Madrid pasó por momentos de apuros cuando empezó a fallar triples, pero supo encontrar variantes a su juego, darle cancha a Mirotic, pletórico, sacar beneficio del dinamismo de Felipe Reyes y de Darden, y administrar su ventaja para anotarse un nuevo título. Se trata del primer título de la nueva campaña, pero el Madrid, por ahora, mantiene las constantes del pasado curso, a pesar de que Mejri apenas ha sido utilizado por Laso, al igual que Dani Díez y de que solo Bourousis aportó en la final nuevos y muy necesarios registros al juego interior del campeón.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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