_
_
_
_
_

San Mamés rodea al Nápoles

El 1-1 del partido de ida da cierta ventaja al equipo de Valverde en un duelo en el que se estrenará el estadio terminado

Gorka R. Pérez
Valverde da instrucciones durante un entrenamiento.
Valverde da instrucciones durante un entrenamiento.Juan Flor (AS)

La quema de la Marijaia, la patrona de la Semana Grande de Bilbao, simboliza el final de las fiestas de la ciudad. Nueve días en los que todo se transforma. Sin importar el clima, miles de personas salen a la calle para beber, bailar, cantar y como ya está empezando a convertirse en tradición, hasta para ver algún partido del Athletic en una txosna (una especie de taberna que monta cada una de las comparsas encargadas de ambientar la fiesta). El partido de los rojiblancos contra el Nápoles en San Paolo se jugó este año en medio de la Aste Nagusia. 90 minutos en los que todo paró. El gol de Muniain, que da cierta ventaja al Athletic para la vuelta de esta noche (20.45, C+ Liga de Campeones), fue coreado por miles de seguidores. Hasta los no aficionados al fútbol se perdonaron a sí mismos gritar junto al compañero de al lado. Hacía 17 temporadas que el Athletic no tenía la oportunidad de jugar la Liga de Campeones, como para no gritar. El empate de Higuaín rebajó el ánimo, pero no amargó el sabor final del partido. Ni el de la fiesta.

“Pensamos que estamos preparados para pasar. Los jugadores están muy mentalizados, llevan pensando en este partido desde hace meses”, confió Valverde. Además del partido, hay algo más por lo que se lleva esperando meses en la ciudad: la culminación del nuevo San Mamés. Ante el Nápoles estadio lucirá por primera vez con toda la estructura terminada (adiós a la lona que cubría el fondo sur), lo que le permitirá reunir en su interior a cerca de 50.000 espectadores, que devoraron las entradas en apenas cuatro horas. “Si ya es un aliciente suficiente jugar una eliminatoria previa de Champions imagínate la dimensión que le da hacerlo estrenando el nuevo San Mamés”, confesó Aduriz. “Está claro que hacer gol sería un paso adelante muy grande y por eso lo intentaremos. Jugar un partido a que no te hagan goles es muy difícil, y somos conscientes de que tendremos que hacer muchas cosas bien”, añadió el delantero.

Entre esas complicaciones estará controlar a Higuaín, un jugador al que se le da especialmente bien el Athletic. En 11 partidos ante los rojiblancos, el argentino ha marcado nueve goles: ocho con el Madrid y uno con el Nápoles. “Sabemos de su calidad, pero detrás tiene muchísimos compañeros determinantes”, añadió Aduriz. “No tenemos secretos para ellos ni ellos para nosotros”, puntualizó Valverde, que no espera que el conjunto de Benítez se lance a por el gol de forma desesperada. “Son un equipo paciente, terriblemente efectivo a la contra. El 1-1 es un resultado que al equipo que va por debajo no le da mucho que pensar, y las dudas le van al equipo que puede pensar que tiene algo conseguido. Cuando tienes todas esas dudas antes de que se te pasen ya te han metido un gol”, advirtió el técnico.

San Mamés, ya sin parche en el ojo, observará con detalle lo que ocurra en su interior. Pues la fiesta, ahora, ha pasado de la txosna al césped.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_