A Florentino Pérez se le vio especialmente cariñoso con Jesé en China. El canario, formado en la cantera del Madrid, ha vuelto a sonreír después de dejar atrás los meses más difíciles. Los que siguieron a su (lenta) recuperación de la operación de cruzado; en los que intentó, sin conseguirlo, recobrar ritmo y piernas mientras el equipo iba a otra velocidad.
“Me siento muy bien. Estoy trabajando bien. Nunca quise salir, este club me dio mucho y el míster me dijo que contaba conmigo. Lo que noto es que necesitaba una pretemporada. Volver en mitad de año como la temporada pasada y no jugar fue difícil”, dijo ayer Jesé, autor del primer gol del Madrid en la victoria (3-0) ante el Inter. Hizo magia. Recibió la pelota de Marcelo, controló y recortó con la derecha y remató con la izquierda. Todo, en un espacio del tamaño de tres baldosas. Jesé, que puede ocupar todas las posiciones del frente de ataque, fue titular ayer en el 4-2-3-1 de Benítez (Benzema tiene molestias).
El esquema por el que está apostando Benítez favorece a Jesé. Ya jugó de nueve en el Castilla. Pero, además, ese es el sitio más descubierto en la plantilla. Con la salida de Chicharito, no hay relevo para Benzema. Y el técnico, que siempre mira la cantera, puede tirar de él y de Borja Mayoral (campeón de Europa con la sub-19). Jesé, que en el primer año de Ancelotti desatascó varios partidos del Madrid, se lesionó en marzo de 2014 y tardó muchos meses en recuperarse. Volvió a entrenarse en noviembre, pero la falta de ritmo no le dio opciones para hacerse un hueco. Ni siquiera como revulsivo (sumó 543 minutos). Ahora, empieza de cero y vuelve a sonreír.
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