_
_
_
_
_

Anna Cruz: “Ya que estoy aquí, por qué no ganar el anillo”

La base de Minnesota Lynx, finalista de la WNBA, aspira a unirse a Pau Gasol y Amaya Valdemoro en la lista de españoles que han ganado el título en Estados Unidos

Robert Álvarez
Anna Cruz, en un Minnesota-Los Ángeles.
Anna Cruz, en un Minnesota-Los Ángeles.JORDAN JOHNSON (GETTY IMAGES)

Pau Gasol y Amaya Valdemoro son los únicos baloncestistas españoles que lucen el anillo de campeones en la mejor liga del mundo. Anna Cruz, a punto de cumplir 29 años y en su segunda temporada en la WNBA, se ha ganado el derecho a luchar hasta las últimas consecuencias por ser la tercera en esa exclusiva lista. El domingo, la base barcelonesa, empezó a disputar la final, al mejor de cinco partidos. Minnesota Lynx, su equipo, perdió el primero ante Indiana Fever por 69-75, con cuatro puntos, cuatro rebotes y tres asistencias de Cruz.

Pregunta. No siguió con Nueva York en la WNBA para jugar el Eurobasket. Ganó la medalla de bronce, la repescó Minnesota y ahora está en la final. ¿Cómo asimila la vorágine?

Respuesta. No esperaba nada de lo que me ha pasado este verano, el interés de un equipo tan importante (Minnesota ganó el título en 2011 y 2013 y fue subcampeón en 2012), dispuesto a esperar (se perdió 12 partidos), que me acogiera tan bien y me diera tantos minutos. Llegar a la final era un sueño. Ya que estoy aquí, por qué no conseguir el anillo.

P. ¿Qué ídolos tuvo?

Anna Cruz lanza en un Minnesota-Los Ángeles.
Anna Cruz lanza en un Minnesota-Los Ángeles.JORDAN JOHNSON (GETTY IMAGES)

R. Iba al cole con la carpeta forrada con pegatinas de Jordan, Iverson... He pedido autógrafos a Navarro, Pau y Calderón. Y siempre que podía, iba a ver los partidos de Laia Palau. Y ahora, juego con ella en la selección. Pero mis verdaderos ídolos son mis padres. Me lo han enseñado todo. También algún entrenador. Me lo hizo pasar mal, pero así te curtes.

P. Tras su etapa con el Olesa, ganó títulos con el Rivas (la Copa en 2011 y 2013), pero prefirió marcharse al Nadezhda Oremburgo de Rusia, cerca de Kazajistán.

R. Me costó dar el paso. Cuando estás cómoda, cerca de casa, la gente te quiere y lo tienes todo, cuesta romper e irte a la otra punta de Europa. Pero tienes que dejar los sentimientos a un lado. Yo veía que la Liga iba a peor y que no iba a ser productivo seguir en España. Lo que ha marcado más mi carrera es irme a jugar fuera, no acomodarme. Cuando llegué a Oremburgo, me deprimí. No conocía a nadie. Ahora, parezco una rusa más. Y venir a la WNBA, me ha hecho crecer muchísimo.

P. ¿Cómo fue?

Más información
España peleará por las medallas tras batir a Montenegro
España crece y rejuvenece
Pioneras de plata
La dama de los anillos

R. Lo había hablado con mi agente. La idea era probar en un training camp. Fue durísimo. Te entrenas con chicos, que no van a hacer una pachanga. Te presionan en toda la pista, te aprietan. Y así debe ser, es lo que te vas a encontrar. Las chicas se juegan un puesto en el equipo, un trabajo. Nadie va a romperte las rodillas, pero es muy duro y los errores se ven más que nunca. Luego van descartando. El momento en que llegan dos compañeras al vestuario y recogen sus cosas... Vas haciendo cuentas y te dices ‘ya estoy en el equipo’. Es durillo.

P. Para durillo su primer entrenador en la WNBA, Bill Laimbeer (ganador de dos anillos con los Pistons en 1989 y 1990, en la época de los Bad Boys).

R. Él apostó un poco por mí. Siempre le estaré agradecida. Es duro, impone, pero tampoco es un sargento. La verdad, no sabía ni quién era. Cuando fui al training camp vi unos vídeos en Youtube y me dije: ‘¡Pero si se pegaba hasta con el entrenador!’ Pero vamos, no sé quién es peor... La entrenadora que tengo ahora (Cheryl Reeve), no se quedá corta.

P. Lucas Mondelo, cuando la entrenaba en Olesa, empezó a hacerle jugar de base en lugar de escolta.

Irme a Rusia, no acomodarme, eso es lo que más me ha hecho crecer”

R. Me dijo que me iba a poner ahí por necesidades del equipo. Yo le dije: ‘Eres el entrenador. Yo, con tal de jugar, de lo que me echen’. Cuando me fui a Rusia empecé a jugar de uno. Jugar en dos posiciones te obliga a crecer, aprendes a leer mejor el juego y a tomar mejores decisiones.

P. Se lesionó y no pudo estar en la selección que ganó el Eurobasket en 2013. Luego ganó la medalla de plata en el Mundial. Y prefirió aparcar la WNBA para ir al último Eurobasket.

R. Lo que pretendía era no renunciar a nada. Sabía que existía la posibilidad de compaginar la selección y la WNBA, como se ha demostrado después. Y aquella lesión, en el último partido, perdiendo la Liga de 2013 contra el Salamanca, me marcó. Forzamos la recuperación para estar con la selección. Y al final, no pude ir.

P. Comparte equipo con Maya Moore. ¿A quién la compararía?

R. Es como tener a Michael Jordan en el equipo. Posee muchísimo talento y una capacidad para anotar exagerada. Tú sufres para meter dos puntos y ella mete 40 sin despeinarse. En ataque, es la mejor. Y como persona, ejemplar, muy, muy normal.

P. ¿Se siente afortunada?

De niña, le pedía autógrafos a Pau e iba a ver los partidos de Laia Palau”

R. Nunca me había planteado lo que me está pasando. Lo único que he hecho es entrenar toda mi vida. Las cosas han ido sucediendo. He tenido la suerte de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno.

P. Y también le ha dado tiempo para estudiar.

R. Tengo la carrera de comunicación audiovisual. Y un máster de periodismo deportivo. Ahora, con tanto viaje y tanto entrenamiento, no sé si estudiar algo más. El año que viene con mi equipo en Rusia, el preolímpico, la ilusión de estar en Río y la WNBA, será completito.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_