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La carrera que todos quieren ganar

Los planes que tanto Rossi como Lorenzo se han hecho para ganar el título pasan por vencer en Phillip Island

Nadia Tronchoni
Jorge Lorenzo durante los entrenamientos, en Phillip Island, Australia.
Jorge Lorenzo durante los entrenamientos, en Phillip Island, Australia.SAEED KHAN (AFP)

Asumido el tremendo final de temporada, digerida (o no) la presión con la que compiten, los dos aspirantes al título de MotoGP admiten sin tapujos que se acerca el domingo más importante del año, la carrera que tanto uno como otro quieren (y necesitan, aseguran) ganar. Porque cada uno de ellos ha hecho sus planes y el camino que deben andar para proclamarse campeones pasa, en ambos casos, por imponerse en Phillip Island (a las 7.00, en MovistarTV), el circuito más bello, el de las velocidades de vértigo, ese en el que el viento y el frío de esta primavera austral les trae de cabeza, ese en el que sólo parecía tener claro cómo vencer el ya retirado Casey Stoner.

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Quiere ganar en este escenario Valentino Rossi, el líder, que llegaba a Australia con 18 puntos de ventaja, porque debe hacerlo si (como parece) aspira a sentenciar el título en Malasia. Quiere ganar en este trazado Jorge Lorenzo para empezar a recortarle puntos a aquel, y porque cuenta con sumar al menos dos triunfos de tres y Malasia no entra en sus planes victoriosos. Pero ni uno ni otro se presentan a la cita como favoritos. El favorito se llama Marc Márquez, sale desde la pole, ha dominado los entrenamientos y tiene el ritmo que le falta al resto.

Lorenzo parece mejor situado que su compañero. No es tan explosivo como Márquez a una vuelta, ni tiene el ritmo de este, pero se hubiera clasificado segundo (quedó a 3 décimas) de no ser porque Iannone se aprovechó de su rueda en sus dos últimas vueltas lanzadas y acabó birlándole la plaza. No le fue tan bien el sábado a Rossi, que aún así siente que está algo más cerca de los ritmos de su rival de lo que parece, pero se siente incómodo a una vuelta y no pudo más que clasificarse séptimo (a más de seis décimas).

Si bien, ya se sabe que el italiano en carrera siempre saca de donde no hay. “Será difícil hacerlo aquí. Este circuito es muy complejo. Sabemos cuáles son los problemas, pero de momento no está claro cómo resolverlos”, concedía. Pero intentará otro milagro en la sesión de calentamiento del domingo, su última oportunidad, decía, para revolucionar la puesta a punto de la moto y encontrar unos reglajes que le permitan rodar más cómodo. El milagro significa que estudiará al milímetro la telemetría de su compañero en Yamaha para ver si a él y al cerebro de su equipo, Matteo Flamigni, les sirve de ayuda, como ocurrió en Indianápolis o Alcañiz, donde tras un mal fin de semana el italiano se coló en el podio.

Sabemos cuáles son los problemas, pero de momento no está claro cómo resolverlos” Valentino Rossi, líder de MotoGP

Además de Márquez, las Yamaha están pendientes del asfalto de Phillip Island, renovado en 2013, súper abrasivo –tanto que aquel año hubo que reducir el número de vueltas de la carrera y obligar a un cambio de neumáticos a mitad de la prueba–, que combina con unas gomas de compuesto muy duro, lo que provoca problemas de spinning, esto es: la rueda gira pero no hace avanzar a la moto, porque no coge tracción. El escaso agarre ha obligado a algunos a reducir la potencia del motor (caso de las Honda, por ejemplo) pues da problemas en aceleración. Además, la infinidad de curvas rápidas, lo que no da descanso ni a los pilotos ni a las gomas, y el elevado número de vueltas de la carrera: 27, dado el reducido tamaño del circuito (4,4 km), obliga a gestionar mejor que nunca el desgaste de los neumáticos, que corren el riesgo de sobrecalentarse, lo que provocaría más spinning.

A las dificultades propias y adquiridas de la pista, al molesto viento y las temperaturas frías, al competitivo Márquez, que todavía no ha terminado una carrera en este circuito desde que debutó en MotoGP, los pilotos Yamaha, los que se juegan el título y necesitan ganar este domingo, deben contar también con el papel que puedan jugar los actores secundarios o incluso figurantes. Tipos como Iannone, segundo en parrilla, que puede ser un hueso difícil de roer para Lorenzo en la salida, pero también para Rossi cuando remonte posiciones y quiera adelantarle en los primeros giros, lo que no será fácil; o pilotos como Viñales, sexto clasificado, que ha demostrado que la Suzuki puede ser competitiva cuando no hay rectas y se impone la velocidad en las curvas rápidas.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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