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La renovación como estrategia de defensa

Real Madrid, Barcelona y Atlético blindan a sus estrellas ante la inminente entrada en vigor de la sanción de la FIFA

Neymar, con Bartomeu, tras firmar su renovación.
Neymar, con Bartomeu, tras firmar su renovación.EFE

Barcelona, Real Madrid y Atlético han emprendido un programa frenético de renovaciones contractuales en sus plantillas. Los madrileños, intimidados por la aplicación cada vez más cercana del castigo de la FIFA, parecen adoptar la misma estrategia defensiva que el Barça, que solo intenta prevenir que sus estrellas queden libres para negociar con terceros y así cobrar por su cuenta la prima de traspaso, una moda que, al calor del crecimiento de la Premier, ha provocado la inflación de los salarios de las grandes figuras del fútbol mundial. La imposibilidad de realizar fichajes durante las dos próximas ventanas de contratación por infringir el reglamento sobre la incorporación de extranjeros menores de 18 años —así lo determinó primero el Comité Disciplinario del organismo y lo ratificó después la Comisión de Apelación—, ha aumentado la urgencia del Madrid y el Atlético.

El Barcelona negocia más

En el 2016 las renovaciones en el Barça han alargado y mejorado las condiciones contractuales de Samper (cedido al Granada), Munir (traspasado al Valencia con opción de recompra) Busquets, y Mascherano, que tras negociar con la Juventus optó por quedarse en Barcelona. Y ayer, Neymar rubricó su nuevo vínculo por cinco años a razón de 15 millones, más objetivos, por temporada.

En los últimos tres casos, suponen un importante aumento de la masa salarial de la plantilla, aspecto presupuestario vital que desde hace tiempo ha disparado las alarmas del club. “No podemos renovar a cualquier precio. Tenemos que ser sostenibles”, dice Josep Maria Bartomeu, el presidente, mientras firma y negocia más acuerdos, los próximos en caer son los nuevos contratos de Suárez, Messi e Iniesta.

Al Barcelona no le queda otro remedio que hacerle frente al poder económico de los clubes ingleses. Como es difícil salir al mercado, el club se impone cuidar al máximo lo que tiene. En este sentido, Bartomeu ha subrayado la necesidad de que los jugadores de la Liga tengan “seguridad jurídica y fiscal” para evitar que emigren a la Premier League, el “gran rival” de la competición española. “Con estabilidad jurídica, los jugadores no se irán. Es un reto para los clubes, para la Liga y para Hacienda. Tenemos que intentar que los futbolistas no se vayan, porque si se van pagarán impuestos en otro país”, dice el presidente azulgrana, consciente de los graves problemas que están teniendo muchos deportistas con la Hacienda por la interpretación de las declaraciones fiscales vencidas.

Cristiano y Bale, pendientes

“Tenemos que hacer las renovaciones que estamos haciendo estos días porque en caso contrario llegarían equipos de la Premier, con el dinero de terceros, y se los llevarían”, aseguró Florentino Pérez el jueves ante un grupo de socios compromisarios. El presidente del Real Madrid ha desenfundado su pluma estilográfica repetidamente en las últimas semanas. En los últimos diez días Kroos y Modric se reunieron con el mandatario blanco para cerrar su continuidad en el club. Tras ellos, se preparan ahora los contratos de Pepe, Lucas Vázquez, Bale y Cristiano Ronaldo. “Todavía no me ha llamado nadie del club, pero esta es mi casa y mi objetivo es retirarme aquí”, confesó Pepe tras el encuentro ante el Legia.

En el caso del Madrid la conservación de sus jugadores se encuadra en un escenario de mayor necesidad que el de sus competidores. La estrategia de refuerzo de la primera plantilla durante el mercado de verano se limitó a la recompra de Morata, y al ascenso al primer equipo de Asensio y Mariano. Ahora el club se ha embarcado en negocioaciones con Cristiano y Bale. El acuerdo con Cristiano parece más avanzado a falta de que se concrete el periodo de duración, que oscila entre las cuatro y las cinco temporadas. El contrato actual del portugués concluye en junio de 2018.

Carrasco, hasta 2020

Consciente de sus limitaciones económicas dentro del océano de los petrodólares y las grandes fortunas, el Atlético estableció una ordenada secuencia de renovaciones que comenzó en 2014. Tras el Mundial de Brasil, Koke y Juanfran ampliaron su relación con el club, y tras ellos se sumaron progresivamente Oblak, Lucas Hernández, Thomas, Tiago, Gabi, Saúl, Fernando Torres, Griezmann y Carrasco. El belga rubricó ayer su continuidad en el Atlético hasta 2020 —dos temporadas más de lo que contemplaba su anterior contrato—, y vio incrementada su cláusula de rescisión hasta los 100 millones de euros.

La renovación de Carrasco ha resultado una de las más complicadas de la lista. Tras redondear una gran temporada 2015-2016 con un gol en la final de la Liga de Campeones, el jugador recibió ofertas desde Inglaterra que obligaron a intervenir a Simeone. Carrasco se mostró molesto por su constante entrada y salida del once titular, y aunque el técnico argentino no le garantizó su titularidad, sí le aseguró que con su potencial no le resultaría complicado lograrlo. Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado, por su parte, le aseguró que se trataba de una de las figuras de futuro del club. Hace una semana, antes del partido ante el Granada en el que Carrasco acabaría anotando un hat-trick Gil Marín le reiteró el interés del club en su renovación. Esta circunstancia convenció al jugador que aceptó finalmente la ampliación de su contrato.

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