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Insultos y persecuciones de aficionados en la llegada del PSG a París

Emery : “Perdimos las ganas de jugar en los últimos minutos”

Cavani, en el Camp Nou, durante la derrota del PSG ante el Barcelona. En vídeo, la ciudad deportiva del Barça, en Sant Joan Despí, amanece con pancartas de apoyo al equipo.Foto: atlas

Los 23 jugadores del PSG que Unai Emery llevó a Barcelona para el partido del Camp Nou regresaron en la madrugada de este jueves a París, donde encontraron un recibimiento muy hostil después de la humillante derrota (6-1), que les elimina de la Liga de Campeones. Una treintena de hinchas los acogió horas después de finalizar el partido en un aeropuerto parisino entre gritos, amenazas, insultos y persecuciones tras coche. “Nosotros sí somos del PSG”. “Sois una vergüenza”. “Que os vayáis todos ya”. Según las imágenes difundidas este jueves por la mañana por la cadena BFM, éstas fueron algunas de las invectivas lanzadas por los seguidores, que aguardaron hasta las cinco de la madrugada a las puertas de salida del aeropuerto del Bourget. Según la emisora RMC, uno de ellos recibió un golpe del coche de Thiago Motta y tuvo que ser trasladado a un hospital por una lesión en la espalda. Los ultras del PSG se han desmarcado de los incidentes.

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El Paris Saint-Germain sufrió anoche la peor derrota de su nueva historia desde la multimillonaria llegada de los inversores cataríes en el verano del año 2011. La última vez que el club de la capital francesa había concedido seis goles se remontaba a un partido disputado contra la Juventus de Turín de Zidane, Deschamps y Del Piero en el Parque de los Príncipes, el 15 de enero de 1997, en el partido de ida de la final de la Supercopa de Europa (ganó también la Juve el partido de vuelta por 3-1). Anoche sólo fue la quinta vez en toda la historia del PSG, desde su creación en 1970, que el club francés encajaba seis tantos en un partido oficial.

Además, desde la creación de la Copa de Europa para clubes en 1955, y su posterior ampliación en tres competiciones en 1970 (C1+C2+C3), ninguno de los 213 equipos que ganaron el partido de ida por 4-0 habían quedado al final eliminado en una eliminatoria europea, tal y como lo recuerda en su edición de este jueves el diario L’Équipe, primer promotor del torneo hace 62 años. Una debacle mayúscula para el conjunto parisino que le aparta también por primera vez desde 2011 de la Liga de Campeones en los octavos de final tras cuatro eliminaciones sucesivas en cuartos de final (por dos veces ya contra el Barça, en 2012-2013, 2-2, 1-1, y en 2014-2015, 1-3, 0-2, contra el Chelsea en 2013-2014, 3-1, 0-2 y contra el Manchester City en 2015-2016, 2-2, 1-1).

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El principal damnificado por el batacazo sufrido por el PSG en el Camp Nou se llama Unai Emery. Tras tres exitosas temporadas en el Sevilla, el técnico guipuzcoano de 45 años fue fichado el verano pasado por el presidente catarí del PSG Nasser Al-Khelaïfi con el objetivo de ganar la Champions a lo largo de sus dos años de contrato (también firmó por un año más opcional). Una gesta deportiva que nunca pudo lograr en los tres últimos años su antecesor en el cargo, el francés Laurent Blanc. “Estoy convencido de que Unai nos va a ayudar a crecer. Ganar la Champions es el mayor objetivo del club”, declaró entonces el presidente catarí durante su discurso de presentación de Emery ante la prensa internacional, el pasado 4 de julio.

Sin embargo, tras la apabullante derrota concedida ante el Barça, la figura de Emery queda cuestionada esta mañana por los seguidores, medios de comunicación incluidos, del club francés, que se sienten “engañados” por “una mentira” “incalificable”, escribe el diario L’Équipe, tras el 4-0 en el partido de ida. “El PSG se ha convertido anoche, al caer en el precipicio, en una marca mundial simbolizando el fracaso, incluso cuando la victoria era cantada”, opina Vincent Duluc, histórico columnista del diario francés. Las primeras críticas señalan el comportamiento ultra defensivo de los jugadores parisinos a lo largo de los 97 minutos del encuentro. “No teníamos la buena mentalidad en la primera parte. En la segunda, fuimos capaces de sobrellevar estos problemas. Incluso pudiéramos haber hecho el gol del 3-2 (con Di María), pero luego perdimos las ganas de jugar en los últimos minutos”, analizó Emery.

De una manera incomprensible, los jugadores del PSG dejaron de jugar a partir del minuto 85, según dejan claro a posteriori las estadísticas oficiales del partido. En los últimos 12 minutos del encuentro, hasta el minuto 97, los parisinos sólo hicieron cuatro pases, tres de ellos en el círculo central después de encajar los tres goles que clasificaron al Barça. Una renuncia en bloque que carece de explicación, según los propios jugadores. “Entre el 3-1 y el 6-1, no sé explicar lo que ha pasado. Quizás alguien pueda hacerlo pero yo no puedo. No entiendo nada”, afirmó Adrien Rabiot. “Nada más empezar el partido, nos echamos todos a defender atrás. No era para nada lo que estaba previsto”, prosiguió el medio francés. “Nada de lo que habíamos trabajado ha funcionado esta noche (por anoche). No fuimos capaces de jugar nuestro juego. En la primera ocasión del partido nos resultó difícil encontrar una buena salida al balón. En la segunda ocasión, despejamos la pelota y optamos por jugar a la contra. Sentimos mucha vergüenza”, comentó el capitán Thiago Silva, que volvía a la alineación parisina tras haberse perdido el partido de ida por una lesión en el gemelo. “Sólo podemos estar cabreados con nosotros mismos. Fuimos malísimos. En la primera parte, salimos al campo con mucha aprehensión. Teníamos muchas dificultades para guardar la pelota. Luego empezamos la segunda parte con más ganas. Nos dimos cuenta que teníamos que reaccionar. Pero tuviéramos que haber preparado el partido de una manera mucho más serena, de una manera mucho más profesional”, lamentó el lateral belga Thomas Meunier.

"Esto es una pesadilla. No me creo lo que ha pasado. No vamos a buscar excusas. Esta noche (por la pasada noche) hemos jugado fatal. Es muy difícil que aceptar”, fulminó el presidente Al-Khelaïfi, al mismo tiempo que señalaba, en un segundo plano, los supuestos errores arbitrales de los cuales se había quejado minutos antes su entrenador, Unai Emery, en rueda de prensa. “Si seguimos trabajando, estoy convencido de que el PSG tendrá más oportunidades como la de hoy. Mis jugadores están conscientes de que no han estado a la altura del club en un momento muy importante de su historia”, manifestó Emery. “No es el momento de hablar de (la continuidad) del míster. Después del partido, todo el mundo está enfadado”, concluyó Al Khelaïfi. Dolorido para siempre por la derrota, el PSG tendrá una primera oportunidad para olvidarse del fiasco del Camp Nou el próximo domingo en Liga contra el Lorient, un equipo contra el que Emery inició su racha de 17 partidos sin perder (por sólo dos empates) en diciembre pasado.

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