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EUROCOPA 88

Miguel Muñoz: "No me arrepiento de nada"

Miguel Muñoz, seleccionador nacional desde 1982, acaba su contrato el próximo 30 de junio, y afirmó ayer que debe meditar profundamente si continúa ligado al fútbol, "que ha sido, es y seguirá siendo mi vida". Muñoz, de 66 años, que no va a seguir al frente de la selección, independientemente de quien sea el presidente que salga elegido a últimos de julio, dirigió su último partido -el número 59- el pasado viernes contra la República Federal de Alemania. " selección quedó eliminada de la Eurocopa tras conseguir sólo un triunfo, frente a Dinamarca, y caer derrotada en los dos choques posteriores, contra Italia y el país anfitrión del campeonato. "No me arrepiento de nada en absoluto", señaló ayer Muñoz.

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"No me molesta nada, estoy tranquilo y relajado y puede preguntar lo que quiera", respondió el seleccionador cuando se le preguntó si se sentía molesto porque todo el mundo asegura que contra la RFA acabó su etapa al frente de la selección. "Yo tengo muy claras las cosas, como que no voy a entrenar a ningún equipo. Lo de la selección también lo tengo muy madurado, aunque debo meditar profundamente qué es lo que voy a hacer en el futuro. Mi vida ha sido, es y seguirá siendo siempre el fútbol, y eso es algo que nadie podrá cortar jamás. Sí, hablé del tema de la selección con José Luis Roca antes de la Eurocopa, pero sólo fue una charla amistosa, sin más. Hay unas elecciones en marcha v hasta que no salga elegido un presidente tampoco se pueden aventurar muchas cosas".Muñoz negó haber pensado en voz alta durante los últimos días que estaba harto del fútbol y molesto con las fuertes críticas recibidas por el flojísimo rendimiento de la selección en el. presente año -nueve partidos, una victoria, tres empates y cinco derrotas-: "No he dicho que estaba harto y no me inolestan las críticas, al menos las que son correctas y se ajustan a una realidad. Tampoco he Ieído mucho, sólo algunas cosas, esporádicamente".

Esta última afirmación de Muñoz no guardó relación con la ironía con la que el selecciorador se refirió inmediatamente después, sobre todo, a una portada del diario deportivo Alarca en la que se leía: "Muñoz, culpable". "¿Culpable?, torna ya. O sea, que los delincuentes son presuntos y no hay calpables, y aquí lo que no hay es presunto y sí culpable. Pues qué bien".

Tampoco quiso profundizar Muñoz en la evidencia de que había perdido incluso parte de su habitual sentido de la ironía desde diciembre del año pasado, tras el polémico asunto de las idas y venidas de Gordillo a la concentración de la selección en Sevilla en vísperas del decisivo choque clasificatorio contra Albania: "El tema Gordillo no me afectó nada, tan sólo te afectan las cosas que se enfocan mal o bien, pero nada más. ¿Que si me arrepiento de algo?. De nada en absoluto".

Para el seleccionador, buena parte del fracaso español en la Eurocopa se ha debido a la forma física: "Es que ha sido impresionante la fuerza que han demostrado en este aspecto algunos equipos, y es perfectamente explicable. El fútbol español está muy cargado de competiciones y el jugador no llega a estas fases finales en plenitud. Ha habido jugadores como Michel que han dísputado más de 70 partidos, mientras que la mayoría de los contrarios apenas han pasado delos 50. Aquí sólo hemos podido realizar un trabajo de continuidad. Adeimás, siempre dije que nuestro grupo era el más fuerte porque en él se encontraba la RFA, que jugaba en casa y a favor de ambiente. Pero los jugadores han hecho lo humanamente posible y todo se perdió en el partido contra Italia, que no salió como todos hubiésemos deseado. Ganarles luego la clasificación a los alemanes en el último partido era complicadísimo, aunque se intentó por todos los medios".

¿Y qué ha pasado con esa flor de la. suerte de Muñoz? "¿Suerte?. Eso es como cuando te toca la lotería todos los meses, que es muy fácil. En la vida, como no trabajes y no pongas los cinco sentidos y te dediques a ver cosas y a moverte, vas listo. Es así y no la tienes, figúrate si encima te van a traer los caramelos a casa".

Balance positivo

Muñoz considera que su balance al frente de la selección -59 partidos, 31 victorias, 14 empates y otras 14 derrotas- ha sido "muy positivo, y ahí están los números para el que quiera verlos. Ojalá que el fútbol español esté siempre así y que dentro de unos años se pueda cantar el alirón en torneos como un Mundial o una Eurocopa. A veces te da la sensación de que España ha sido campeona del mundo tres o cuatro veces, y de Europa otras tantas".

El adiós del gran capitán

José Antonio Camacho, de 33 ailos, ratificó ayer la decisión que había anunciado tras el choque del viernes contra la RFA: "Me despido de la selección. Para mí ha sido un orgullo representar al equipo español en 81 partidos, pero creo que ya está bien. Si antes de venir a la Eurocopa ya se cuestionaba por algunos mi presencia, de aquí al Mundial de 15,90, en Italia, supongo que las críticas serían mayores. La edad no perdona y creo que no iba a llegar a gusto de todos al próximo Mundial".Aunque seguirá jugando en el Madrid, con la despedida de Camacho la selección pierde a un auténtico capitán y a un futbolista con casta. Camacho regresó ayer con sus compañeros con aire tranquilo y gestos de absoluta serenidad, pero quíenes le conocen a fondo detectaron un toque de profunda tristeza en su expresión, y no sólo por la rápida eliminación de España de la Eurocopa: "Otras veces ni siquiera nos hemos clasificado para las fases finales, así que al menos esta vez hemos estado entre los ocho mejores, aunque mi deseo, como el de todo el equipo, hubiese sido el de estar más arriba".

El bajo tono anímico de Camacho -el capi, como le han llamado sus compañeros en los últimos años-, guardaba relación con su decisión de dejar ya de sumar actuaciones intemacionales con la selección española. El defensa madridista se despide del equipo nacional ostentando el récord de partidos -81- de la historia del fútbol español. 81 partidos en los que Camacho se ha ganado justa fama de jugador de lucha y carismático para sus compañeros.

La voz de Camacho se ha dejado sentir, sobre todo, en los momentos en los que el equipo español se encontraba con problemas frente al adversario. "No le gusta perder en nada que esté relacionado con el balón, y hasta se enfada cuando se le gana en los ronditos de los entrenamientos", suelen decir de él algunos de sus compañeros. Desde el apartamiento de Arconada, Camacho ha sido el capitán de la selección y el jugador encargado de levantar la voz también en los problemas extradeportivos. Su habitación se había convertido en las últimas concentraciones en el centro neurálgico de las operaciones de los internacionales dentro y fuera del campo, lo que le ha creado algún problema.

"Hay gente que viene apretando mucho y que superará ese récord de 81 partidos, y yo seré el primero que les aplauda", decía ayer. Por detrás de Camacho figuran Gordillo, con 75 partidos; Arconada, al que dejaron en 68, y Víctor, con 60.

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