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Crónica:TENIS | Wimbledon
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nadal descubre la pecera

El español gana al estadounidense Sweeting en su debut bajo un techo que costó 113 millones

La pecera es una trampa. Al salir a la pista para ganar (6-3, 6-2 y 6-4) su partido de la segunda ronda al estadounidense Ryan Sweeting, Rafael Nadal se encuentra por primera vez bajo una impresionante estructura que costó 100 millones de libras (unos 113 millones de euros). Es el techo de la central de Wimbledon, que permite jugar si llueve, llena con una luz fantasmagórica el recinto y sube la humedad al nivel de una sauna. Para Nadal, una prueba de supervivencia: la lluvia ya no premia en ella al más fuerte mentalmente, a aquel capaz de soportar la tortura de los parones, sino a los especialistas en el juego bajo techo. No es su punto fuerte: ha ganado el 64,5% de ese tipo de encuentros por el 85,2% al aire libre. Que a él le cierren el cielo es como quitar el viento a las velas del mejor barco.

"A cubierto, la pelota se queda medio pinchada. Prefiero jugar al aire libre"
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"Competir en hierba bajo techo es una situación que no se da prácticamente nunca", explica Albert Costa, el seleccionador español para la Copa Davis. "Varía el juego. El aire beneficia a los que no son tan sacadores porque con el viento se les hace más complicado a los que sirven fuerte. Luego, bajo techo, la bola se pone más pesada. Así cuesta moverla. Hay que jugar más plano, con menos efectos. Es algo nuevo. Es algo extraño... Pero Rafa tiene capacidad para adaptarse a todo", añade el técnico, que negocia la presencia del número uno del tenis mundial en Austin, donde se disputará el duelo Estados Unidos-España entre el 8 y el 10 de julio. Cada partido que Nadal gana en Wimbledon dificulta algo más que juegue esa eliminatoria. Cada día que llueve en Londres más difícil es que compita con todo a su favor en el torneo.

El español es el rey del sol. Lo dicen sus zapatillas, que se agarran mucho mejor a la resbaladiza hierba cuando esta se seca y empieza a dejar paso a la tierra. Lo dice la caseta, que siempre vio en las interrupciones por la lluvia una ventaja para el número uno porque lo incontrolable siempre premia al más fuerte mentalmente. Y lo dice también el detallista anaquel estadístico del torneo, que le corona como el rey de las últimas ediciones de un Wimbledon sin lluvia y le condena a sufrir en aquellos en los que ha predominado el agua.

El mallorquín se proclamó campeón en 2010. "Una quincena gloriosa, con todos sus días calurosos y soleados", dice el libro oficial. En 2009 no participó. En 2008, el agua interrumpió la final, pero no impidió que se secara el piso ni que lograra su primer título: "La quincena, en general, fue caliente y soleada". En 2007 fue derrotado por el suizo Federer en la cita decisiva. "Frecuentes interrupciones por la lluvia", recoge el glosario, que no cuenta los recuerdos del manacorense, orgullosísimo de un torneo en el que debió jugar varios días seguidos por el agua. ¿Y 2006, el año de su primera final?: "El primer día solo se pudo jugar 45 minutos. La lluvia interrumpió la jornada del miércoles, el jueves y el viernes de la segunda semana". Un aguacero.

"Para mí, es muchísimo más favorable que haya dos semanas de sol", dijo Nadal; "así, la pista se queda más seca, dura, y el bote es un pelín más alto. Cuando se estropea [por el sol], favorece a la hora de correr porque los apoyos son más fáciles, no tienes miedo de apoyar y caerte, puedes hacerlo fuerte. Cuando llueve, la pelota se pone más gorda, cuesta más moverla y a mí siempre me va mejor que viaje rápido por el aire. Bajo techo, se queda medio pinchada. Prefiero jugar al aire libre y este es un torneo al aire libre, no bajo techo".

Nadal, finalista en la Copa de Maestros 2010 y campeón en Madrid 2005, dos torneos que no son al aire libre, ya está en la tercera ronda. Le espera el luxemburgués Gilles Müller, el último capaz de derrotarle en Wimbledon (2005) sin llamarse Roger Federer. Para él, un problema: ver al temible todoterreno en el que se ha convertido aquel chavalín especialista en tierra.

Segunda ronda. Hombres: A. Murray (R. U.)-T. Kamke (Ale.): 6-3, 6-3 y 7-5. R. Gasquet (Fra.)-I. Kunitsyn (Rus.): 6-1, 6-4 y 6-4. Mujeres: J. Georges (Ale.)-A. Medina: 6-3 y 6-0. M. J. Martínez-M. Nicolescu: 6-3 y 6-0.

Rafael Nadal intenta esforzadamente llegar a una bola durante el partido contra Ryan Sweeting.
Rafael Nadal intenta esforzadamente llegar a una bola durante el partido contra Ryan Sweeting.MICHAEL REGAN (GETTY)

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