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Hewitt se queda corto

El australiano, ex número uno del mundo, pone contra las cuerdas al sueco Soderling pero pierde tras cuatro horas de juego y liderar el duelo por dos sets a cero

La segunda ronda de Wimbledon sigue desempolvando a viejos leones del circuito. Ayer fue la japonesa Kimiko Date, con 40 años, la que puso contra las cuerdas a Venus Williams. Hoy fue el día para volver a disfrutar del tenis de Lleyton Hewitt, ex número uno del mundo y ganador de dos grandes, uno de ellos precisamente sobre la hierba londinense, en 2002. El australiano (30 años), precipitado hasta el número 130 del ranking, dejó escapar vivo a Robin Soderling, la quinta raqueta del circuito, tras liderar el duelo por dos sets a cero y dejarse recuperar un break en la última y decisiva manga. El sueco ganó finalmente después de cuatro horas de juego al australiano (6-7, 3-6, 7-5, 6-4 y 6-4).

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En la pista central, amparada por la misma estructura que protege de la lluvia experimentada ayer por Nadal, los espectadores gozaron de un duelo apasionante. Hewitt martilleó al tenista escandinavo con su poderoso revés a dos manos y no escatimó golpes espectaculares: cerró un punto con una volea acrobática mientras se estaba jugando el cuarto set (4-5 y 15-30 para el sueco). En el quinto set, con 1-1 en el marcador, Hewitt consiguió un break tras desperdiciar tres oportunidad de rotura. Sin embargo, perdió inmediatamente esta ventaja. Fue, tal vez, el momento en el que se dejó escapar definitivamente un encuentro que tuvo en su poder, con dos sets a favor y en el que no cedió ni un saque hasta el 5-7 de la tercera manga. Soderling mantuvo la sangre fría, se sobrepuso a sus frecuentes errores (39 no forzados) y, con paciencia, aferrándose a su saque (28 aces) y a un tenis profundo, remedió la situación.

¿Qué mantiene jugando a un ex número uno? "Los torneos del Grand Slam", sentenció hace dos años Hewitt, antes de medirse a Nadal en Roland Garros; "sigo encontrando motivación en los grandes. Para ellos hago todo el trabajo duro. Por ellos sigo jugando. Para tener la posibilidad de ganar a los mejores en los escenarios más importantes. Disfruto del reto". Hoy, ante Soderling, volvió a demostrar este axioma. Aunque se quedó a medio camino.

Hewitt fue un joven prodigio del circuito Se mantuvo un año entero (2002) como número uno y hasta 2006 entre los primeros diez. Como Nadal, llegó a la élite antes de cumplir veinte años, pero a diferencia del manacorí, no empezó a sumar un grande tras otro y solo atesora un Wimbledon y un Abierto de Estados Unidos. Más tarde llegarían las lesiones que mermaron su juego. Operado de la cadera a finales de 2008, tuvo que volver a operarse en esa misma zona en 2010, año en el que sufrió también un percance en su mano derecha. Hoy, a ratos, se pudo volver a ver el campeón del comienzo de milenio.

Hewitt, durante el partido.
Hewitt, durante el partido.LEON NEAL (AFP)

Djokovic y Federer, sin apuros

Él que no tuvo problemas fue Novak Djokovic, que despachó al sudafricano Kevin Anderson en tres mangas (6-3, 6-4 y 6-2). El serbio no expresó hoy su mejor tenis, hasta el punto que dejó al rival cinco pelotas de break que no supo aprovechar. Un paso más de Nole para alcanzar el número uno; le basta con alcanzar la final o si Nadal no gana en Londres.

Aún más fácil lo tuvo Federer que cerró la jornada en la pista central arrollando al francés Mannarino en tres sets en una hora y 30 minutos (6-2, 6-3 y 6-2).

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