El ‘caso Piqué’ reabre grietas en selección española

El irónico agradecimiento a Kevin Roldan que Gerard Piqué vocalizó en el mes de junio ha terminado por convertirse en un problema viral que afecta seriamente a la selección. En la Federación Española de Fútbol (FEF) no hay quien niegue que se ha generado un problema interno y externo muy complicado de gestionar por lo incontrolable de las masas. Además, de fondo aparece de nuevo la rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona, salpicada también por el componente político. “Es una cuestión de dejar pasar el temporal y también de educación”, advierten en la Federación.

El asunto se ha enquistado mucho desde el amistoso en León, pasando por Oviedo, la salida nocturna en Gijón en la que no solo participó Piqué como reconoció Ramos, o la elección de Alicante como sede para recibir a Inglaterra. Hay empleados federativos que temen que el asunto acabe derivando en un guerracivilismo total en las gradas. En la Federación no solo existe la seguridad de que los aficionados madridistas que acuden a los partidos de la selección seguirán pitando a Piqué, sino que temen que los seguidores del Barcelona que también acudan empiecen a abuchear a los jugadores madridistas como réplica.

Tras aquella tormenta de clásicos con Josep Guardiola y José Mourinho en los banquillos que derivó en una fuerte disensión entre los internacionales de ambos clubes, las grietas se han reabierto entre los jugadores del Madrid y del Barça. Aquello fue solucionado con la llamada entre Casillas y Xavi, pero ahora hay un tercer elemento, el público, que está fuera del control de los futbolistas.

Ramos entra en escena

El último en abrir la espita de este nuevo enfrentamiento fue Sergio Ramos el martes, en la zona mixta del estadio Filipo II de Skopje. No estaba prevista su comparecencia ante la prensa, pero Ramos decidió aceptar el envite de los medios allí desplazados. El discurso elaborado por el central madridista encaja con el de otros de sus compañeros de club y de selección. Carvajal, en la Cope, ya advirtió que las celebraciones de Piqué no gustaban a los madridistas. Un día antes, el propio Casillas, ya fuera del Real Madrid, hablaba de una interlocución entre todos los actores y también de “corregir algunas actitudes de Piqué” para tratar de solucionar el problema. Ni Casillas, ni Carvajal, ni Ramos niegan la valía de Piqué y su importancia en los éxitos cosechados por la selección, pero sí se han sentido en la necesidad de recriminarle las ironías y las referencias al Madrid en sus celebraciones porque han terminado por afectar al ambiente que rodea a la selección.

“Está claro”, dijo Ramos, aunque obvió su propia dedicatoria al Atlético en la celebración de la Décima, “que estemos de acuerdo o no, los últimos actos que ha hecho Piqué no ayudan para los recibimientos a la selección. No hay que crear polémicas que puedan perjudicar al grupo”, advirtió Ramos, que también reconoció que ha habido un diálogo interno con Piqué: “Los veteranos hablamos todos, pero cuando estás en un estado de celebración, hay veces que a alguno se le va un poco. Todos nos equivocamos, yo el primero y debemos asumirlo, es cierto que por la rivalidad entre Madrid y Barça las últimas acciones no ayudan, pero Piqué es veterano y creo que le servirá para el futuro”.

De momento, el central del Barcelona comparecerá ante la prensa hoy tras el entrenamiento con su equipo. Será una nueva oportunidad para medir la evolución de la grieta reabierta.