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Gaku Shibasaki golea al choque cultural

El japonés supera sus problemas de adaptación y gana peso en un Tenerife que se juega el ascenso con el Getafe

Alejandro Prado
Gaku Shibasaki, ante el Cádiz.
Gaku Shibasaki, ante el Cádiz.Aitor Alcalde (Getty )

Aterrizó hace cinco meses en Canarias y Gaku Shibasaki habla castellano con gran dificultad pero encomiable esfuerzo. Su adaptación a las islas y al equipo fue lenta, pero el japonés se ha convertido en una de las referencias de este Tenerife que hoy empieza en casa la batalla definitiva por volver a Primera ante el Getafe (21.00, Movistar Partidazo).

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El pasado domingo, un gol del mediapunta nipón propició la victoria frente al Cádiz en las semifinales del playoff de ascenso. Una diana que valió oro y desató la euforia en el Heliodoro. Pero Gaku, como luce en su camiseta, se limitó a alzar un puño y mirar al suelo, casi igual que el pasado 18 de diciembre cuando militaba en el Kashima Antlers e hizo dos goles al Madrid en la final del Mundialito. Era el partido más importante de su vida y festejó como en un entrenamiento.

Tímido y discreto, Shibasaki fue víctima del choque cultural cuando llegó a Tenerife a finales de enero. En el club prefieren hablar de problemas de adaptación más que de ansiedad, pero el jugador tuvo importantes problemas intestinales y perdió bastante peso. Eso, unido a su desconocimiento del idioma y la soledad que vivió las primeras semanas, hicieron saltar las alarmas en la isla y surgieron los rumores de que quería regresar a Japón, algo que el club desmiente de forma tajante. Al jugador le pesaba la expectación que generó su llegada a España y la fama que le dio el doblete que le endosó al Madrid. No dejaba de ser un joven de 24 años que de repente se vio a 10.000 kilómetros de casa.

Shibasaki tardó un mes y medio en debutar. José Luis Martí, el entrenador, le fue metiendo poco a poco en el equipo y el japonés se mostraba igual de tímido en el campo que fuera de él. Ese carácter reservado nunca preocupó al club, consciente de que es un rasgo típico de la cultura nipona. Poco a poco el chico se soltó. También con el idioma. Ahí fue clave Solange, su profesora de castellano y traductora. “Ya entiende todo lo que dicen el entrenador y los compañeros en el vestuario. Eso es básico para la integración”, cuentan desde el club chicharrero.

El 28 de mayo, Gaku cumplió 25 años y lo celebró marcando su primer gol en España, una victoria 1-3 en Alcorcón que prácticamente aseguraba la presencia del Tenerife en el playoff por el ascenso. Ya en el vestuario apareció una tarta y el japonés se arrancó con un agradecimiento en español. “Aprende muy rápido, es muy inteligente”, comentan desde el club, donde cuentan estar encantados con el mediapunta. “Cuando coge el balón, parece que el partido se para”, dijo Martí sobre él tras eliminar al Cádiz.

Actividad física

Su rendimiento actual espanta la incertidumbre que apareció tras su llegada. Su calidad se daba por segura, pero el ritmo y la intensidad de la Segunda generaban dudas por su aparente fragilidad física. Su actividad incansable durante los 120 minutos del último duelo cierran ese debate.

La afición, que acudió a centenares a verlo en sus primeros entrenamientos, también se ha encariñado de Gaku y el pasado mes de mayo le concedió el premio mensual al mejor jugador del equipo. Hoy y el sábado ante el Getafe será una de las bazas de este Tenerife que quiere volver a Primera siete años después y revivir tiempos gloriosos. Si se consigue el ascenso se confirmará también la continuidad de Shibasaki en la isla al menos dos años más. Si se falla, el jugador quedará libre y será difícil retenerlo.

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Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

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