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Muguruza rinde a Cirstea y accede a octavos a lo grande

Garbiñe, dominante otra vez, elimina a la rumana cediendo solo cuatro juegos (doble 6-2, en 1h 10m). En el arranque de la segunda semana se enfrentará a la número uno, Kerber (4-6, 7-6 y 6-4 a Rogers)

Alejandro Ciriza
Muguruza, durante el partido contra Cirstea.
Muguruza, durante el partido contra Cirstea.STEFAN WERMUTH (REUTERS)

Garbiñe Muguruza se ganó el derecho a soñar en esta edición de Wimbledon. La hispano-venezolana, de 23 años, competirá entre las ocho mejores del torneo a partir de la próxima semana después de derrotar a la rumana Sorana Cirstea por un doble 6-2, en poco más de una hora (1h 10). Va alzando el vuelo Muguruza, que volvió a dejar un sabor inmejorable.

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En la atmósfera de Londres, un sábado de bochorno y plomizo que contagió de inicio de Muguruza. Le costó desperezarse y dar con su juego, pero a la que lo hizo volteó a la rumana, buena jugadora, interesante propuesta de revés sobre todo; tiene buenas formas Cirstea y guerreó con todo, pero lo hizo a la desesperada. Garbiñe fue plenamente superior de principio a fin, jugando profundo y voleando con mucho acierto. No es su especialidad ni mucho menos, pero estuvo fina como pocas veces. La estadística recoge que acertó en 11 de las 14 aproximaciones que hizo a la red.

A diferencia de los torneos previos, a Muguruza se le ve sobre la pista con un punto menos de ansiedad, más templada. Selecciona mejor el momento y no se destempla si el guion se tuerce. Controla más la situación. Va alcanzando poco a poco el punto de esa jugadora dominante que disfruta y se crece siendo la protagonista, algo imprescindible para intentar el asalto a este Wimbledon. Es la única vía. No se entiende a Garbiñe desde un plano secundario, a remolque, o así lo dice su trayectoria. Para brillar necesita sentirse importante.

Le escuece no desfilar ya por La Catedral, actuar en pistas menores como la 3 o la 2, esta última el marco de este sábado. Allí, público con copas de champán y disfrutando del buen repertorio de la hispano-venezolana, otra vez seria y firma, muy entonada. De entrada encajó un juego en blanco, pero fue tan solo un espejismo. Después despertó y activó una versión robótica para ir desgajando a Cirstea. Rompió al tercer y al quinto juego del primer parcial, y en el segundo mantuvo exactamente la misma dinámica. Seria, seria, seria (solo 10 errores no forzados, los mismos que ante Alexandrova y Wickmayer) e incisiva: break para 2-1, otro para 4-1…

No cedió ni una sola vez el servicio y desembarcó en los octavos del major británico con su mejor cartilla de rendimiento, porque la anterior vez que llegó a esta cota (2015) Angelique Kerber y Mirjana Lucic-Baroni le birlaron un par de sets. Ahora, tres triunfos, a cada cual más convincente y más sólido, y ninguna manga entregada por el camino. Ya en la segunda semana, le espera un hueso: la número uno, Kerber (4-6, 7-6 y 6-4 a Shelby Rogers). Subcampeona el año pasado, pero no demasiado inspirada este, supondrá un reto de máxima. En cualquier caso, sabe Garbiñe que por encima de todo su éxito pasa por ella misma. La llave la tiene ella.

FERRER Y RAMOS, ELIMINADOS

La jornada comenzó de fábula, con el pasaporte de Garbiñe Muguruza a los octavos de final, pero en la franja vespertina la fortuna varió y el tenis español perdió a los otros dos representantes que intervenían este sábado.

Primero cayó el barcelonés Albert Ramos, superado por Milos Raonic en 2h 22m, con un marcador de 7-6, 6-4 y 7-5. Después, el que cedió fue David Ferrer. El alicantino (6-3, 6-3 y 6-3 adverso, después de 1h 46m) no pudo con Tomas Berdych, que el curso pasado llegó hasta la penúltima ronda del torneo, siendo eliminado por Andy Murray.

Entre los favoritos, Novak Djokovic venció a Ernests Gulbis (6-4, 6-1 y 7-6, en 2h 13m) y Roger Federer no falló ante Mischa Zverev (7-6, 6-4 y 6-4, en 1h 49m).

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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