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Rosberg vuelve a ganar

El alemán supera a Hamilton y deja la decisión del título para la última carrera Alonso acaba sexto, limitado por su Ferrari

Rosberg celebra su victoria en el podio.
Rosberg celebra su victoria en el podio.NELSON ALMEIDA (AFP)

Brasil siempre es una incógnita. La carrera de Interlagos supone para los pilotos una especie de prueba de fuego. El deterioro de los neumáticos –y más este año con el asfalto nuevo- es tan evidente que obliga a los equipos a plantearse tres paradas, como realizaron la mayoría de pilotos. Y con tantas entradas y salidas del taller, cualquier pequeño detalle puede complicar sobremanera la carrera. Sin embargo, hay dos monoplazas que solo deben preocuparse de la lucha que mantienen por ganar el Mundial de pilotos: son los dos Mercedes. En Brasil Rosberg mantuvo a raya a Lewis Hamilton hasta las vueltas finales y consiguió su objetivo de ganar su quinta carrera de la temporada, dejando esta vez a su compañero en segunda posición rozándole los talones.

Era un duelo importante, porque las dos últimas carreras se están disputando el título mundial. Rosberg ha debido soportar la humillación de ver como Hamilton ganaba las últimas cinco carreras y le superaba en cuatro de ellas, hasta no solo desplazarle del liderato de la clasificación, sino también aventajarle por 24 puntos… casi la distancia de una carrera. Por eso, esta vez, Rosberg mantuvo el envite del británico, soportó la durísima presión a que le sometió durante las 17 últimas vueltas y logró su objetivo de rebajar la diferencia y dejarla ahora en 17 puntos. En realidad esto cambia poco las cosas, porque la doble puntuación de la última carrera en Abu Dhabi, concede una oportunidad de oro al alemán. Pero es una victoria moral que puede tener incidencia en el momento decisivo. Si Hamilton gana o es segundo en Abu Dahbi será el campeón. Pero si allí gana Rosberg y Hamilton es tercero, el campeón será el alemán.

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La carrera de Brasil mantuvo vivo el interés hasta el final, porque tanto Hamilton como Rosberg compitieron con estrategias similares y estuvieron siempre pendientes el uno del otro buscando el liderato. En la salida, Rosberg se aseguró el liderato y lo mantuvo en los dos primeros cambios de neumáticos. El momento más crítico se produjo en el tercer cambio. Rosberg fue el primero en entrar (50 vueltas) y Hamilton quiso aprovechar el momento para marcar vueltas rápidas y ganar el tiempo necesario para salir primero del pit lane. Sin embargo, cometió un error en la curva 4 que le llevó fuera de la pista y le hizo perder unos segundos preciosos. Cuando regresó a la pista, tras su paso por el taller, la distancia con Rosberg era de 7,4 segundos.

Faltaban entonces 19 vueltas para la conclusión y Hamilton no se rendía. Comenzó a rodar rozando la perfección y fue reduciendo la distancia hasta acercarse a medio segundo. Le tenía a tiro de piedra, le atacaba constantemente para provocar el error de su compañero de equipo. Le ponía nervioso. Pero Rosberg supo aguantar la presión y mantuvo sus opciones hasta el final, controlando el crono en cada vuelta, manteniendo la diferencia, buscando la victoria. Y la logró. Fue su octava victoria, la quinta de esta temporada. Y lo dejó todo pendiente de la última carrera.

El resto de la carrera tuvo el interés de comprobar si Felipe Massa sería capaz de llevar su Williams al tercer eslabón del podio. Era evidente que el coche estaba funcionando muy bien en este trazado. Pero Massa se complicó la vida de mala manera, cuando entró en el taller con exceso de velocidad y fue sancionado con cinco segundos. Aquello podía costarle el podio. Pero el brasileño se entregó a fondo toda la carrera y regresó a la pista dispuesto a jugársela para dar una satisfacción a su público. Lo logró. Y fue su segundo podio del año, tras el de Italia.

Fernando Alonso, por su parte, realizó una buena salida y realizó una buena carrera. Pero por una u otra razón se fue encallando siempre en obstáculos que resultaron insalvables. “Contento porque fue una carrera complicada, sin ritmo. Pero al final ser sexto era lo que nos merecíamos. Y ahora a pensar en Abu Dahbi. Vettel era más rápido que nosotros y era imposible superarle. ¿Mi futuro? Hasta Australia todavía queda mucho tiempo”, señaló Alonso. Los Ferrari están donde están y no pueden aspirar a más. Y Fernando intenta seguir dando lo mejor de si mismo, pero pensando que el año que viene estará en otro equipo… que se niega a anunciar.

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