El Chelsea acaricia la Premier

El Chelsea se metió la Premier en el bolsillo. Sin grandes alardes, poco mando y escasa propuesta, el cuadro de Mourinho resistió las embestidas del Manchester United y se llevó el partido con un solo golpe, de Hazard, que certificó el triunfo por debajo de las piernas de De Gea. A cinco jornadas para el final, el Chelsea le saca 10 puntos al Arsenal, su máximo perseguidor, y vislumbra el título de Liga.

El United, mermado por las bajas,—Carrick, Jones, Blind y Rojo, se lesionaron contra el City—no pudo sumar su séptimo triunfo consecutivo. Lanzado en la recta final de Liga, solo su desastrosa primera vuelta explica que no le haya podido discutir el liderato al Chelsea, en pie después de que sus rivales se cayeran de la lucha por incomparecencia.

El fogoso inicio de los diablos rojos en Stamford Bridge pilló a contrapié al equipo de Mourinho, que no acostumbra a alarmarse con el primer contratiempo. Proponía el United, esperaba su rival, ordenado defensivo y previsible, experto en sacar suculentos réditos de situaciones adversas. Rooney pudo adelantar a su equipo cuando no se habían cumplido ni cinco minutos. El ariete, más retrasado en Stamford Bridge, recibió un centro desde la izquierda, se acomodó el balón y lo lanzó a la escuadra de Courtois. En la otra portería, De Gea cantó gol. Le engañó la perspectiva, que le hizo creer que el balón había entrado por donde solo pasó cerca.

Poco a poco el Chelsea empezó a acompasarse con el ritmo del partido. Sin Diego Costa ni Rémy, Mourinho apostó por Drogba en punta. El marfileño de 37 años, que sumó su quinto partido como titular, se mostró desconectado de Hazard, Oscar y Fàbregas, sus escoltas de lujo. El talento blue anduvo desaparecido en Londres, diluido por el control de un United bien cerrado en el centro del campo por Herrera y punzante con Mata, que volvió con ovación a Stamford Bridge.

De un embrollo y un error de De Gea pudo llegar el primero del Chelsea. Un lío que acabó con Ivanovic en el suelo y De Gea mangándole un balón a Hazard con la mano fuera del área que el árbitro no vio.

Empujó tímidamente el Chelsea y el gol no tardó en llegar. Ocurrió cuando por fin conectó el talento ausente de los blues. Terry robó el balón y cedió a Fàbregas, que lo condujo hasta encontrar a Oscar. El brasileño asistió de tacón a Hazard y este encontró entre las piernas de De Gea el camino directo a su red. El Chelsea volvía a sacar petróleo de un paréntesis, de un inciso en su espeso juego.

En la segunda parte el United bajó la intensidad. Tanto que un despiste de Herrera, obligado a hacer del lesionado Carrick, pudo costarle el segundo en contra. El español dirigió su pase a Matic y este lanzó un balón largo a Drogba. El punta se citó delante de De Gea dentro del área, acompañado por la presión de Smalling, que llegó justo para meter el pie y desviar el disparo. El balón se marchaba fuera, pero Hazard corrigió su trayectoria y, sin ángulo, lo hizo chocar con el exterior del palo derecho.

Para el United la más clara la tuvo Falcao, que también se topó con la madera. El palo evitó que el colombiano, que pide más minutos —ha jugado 1.130 en 22 partidos— respondiera con goles a la oportunidad de Van Gaal.

El holandés movió el banquillo en busca de la agitación de Di María y Januzaj, pero resultó insuficiente para evitar que el Chelsea diera un golpe prácticamente definitivo a la Liga.