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Mercedes sube la guardia

A las puertas del arranque del Mundial, la mejora de Ferrari augura una temporada más reñida

Oriol Puigdemont
Hamilton y Rosberg, en la fábrica de Mercedes.
Hamilton y Rosberg, en la fábrica de Mercedes.Alexander Hassenstein (Getty Images)

Si las redes sociales pretenden ser el reflejo del estado de ánimo de la gente, el perfil de Instagram de Lewis Hamilton deja bien claro que el actual campeón del mundo de Fórmula 1 está muy tranquilo, convencido de que muy mal se le tienen que dar las cosas para no tener opciones de revalidar la corona de campeón que el año pasado le colocó a la misma altura que Alain Prost. La mayoría de protagonistas han embarcado ya rumbo a Melbourne, donde el próximo domingo se pone en marcha un nuevo campeonato. El rodillo de Mercedes ha ido desconectando progresivamente a la hinchada, que permanece a la espera de que los cambios en el reglamento previstos para 2017 vuelvan a llamar su atención. Por ahora, su mayor aliciente es comprobar hasta qué punto ha mejorado Ferrari y saber de una vez por todas si realmente puede llegar a ser una amenaza para la marca de la estrella.

Los ensayos de este invierno parecen dar por sentado el paso adelante que ha dado el monoplaza de la estructura de Maranello, que según varias estimaciones se habría situado a tres o cuatro décimas del equipo de Stuttgart en las tandas largas. No obstante, está por ver el rendimiento que puede ofrecer el SF16-H en condiciones de clasificación, esto es sin gasolina en el depósito y con las gomas más blandas.

Fernando Alonso, en Baku.
Fernando Alonso, en Baku.TOFIK BABAYEV (AFP)

Entre Hamilton y Rosberg se dieron un hartón de rodar en Montmeló durante los ocho días de entrenamientos en el Circuit, acumulando más vueltas (1.294) y kilómetros (6.024) que nadie. Aquel que se agarre al cronómetro para argumentar que el mejor tiempo absoluto fue de Kimi Raikkonen (1m22,7s) deberá saber que el finlandés lo logró cuando su Ferrari iba calzado con la especificación de neumáticos ultrablanda, una que Mercedes ni siquiera llegó a probar.

“Creo que vamos a protagonizar una batalla real con Ferrari, que ha demostrado haberse metido en el juego. Nuestro coche es bueno, pero está claro que el suyo ha dado un salto de calidad respecto del prototipo anterior”, comentaba Hamilton la semana pasada. “Lograron unos tiempos increíbles la última jornada de test, y seguro que van a introducir mejoras con vistas a la primera carrera, así que llegarán con una muy buena combinación. Así que creo que vamos a tener que luchar, que es precisamente lo que yo y todos queremos”, adivinaba el británico, que se ha pasado los últimos meses volando de aquí (Los Ángeles) para allá (Nueva York), a bordo de su avión privado.

Carlos Saiz jr.
Carlos Saiz jr.Peter Fox (Getty Images)

Si todo apunta a que Mercedes y Ferrari viajarán más juntitos a lo largo de estos nueve meses, la diferencia entre ellos y el testo del pelotón ha crecido. Y ahí, en la parte alta, encontramos a Carlos Sainz, decidido a demostrar que los números de su debut no reflejaron para nada todo el talento y capacidad de trabajo que lleva dentro el madrileño. Sainz volverá a protagonizar uno de los duelos más atractivos entre compañeros, en este caso con Max Verstappen, su vecino en el garaje de Toro Rosso.

Mención aparte merece McLaren, enfrascada como está la tropa de Woking en tratar de entenderse con Honda lo antes y lo mejor posible. El equipo británico sale de firmar la peor temporada de su historia y su futuro como uno de los grandes del certamen comienza a ponerse en duda después de encadenar 57 pruebas sin conocer la victoria. Nunca antes había estado tanto tiempo sin ganar. Por lo demás, toda la cúpula vive pendiente del estado de ánimo de Fernando Alonso, su piedra angular, quien hasta podría plantearse dejar la F-1 si el proyecto no comienza a dar sus primeros frutos. Está claro que McLaren ha mejorado, pero falta saber si lo suficiente como para no volver a deambular por las catacumbas del pelotón, en tierra de nadie y sin apenas presencia en televisión.

“Hemos dado un paso muy grande en términos de fiabilidad, y para ello hemos tenido que aplicar algunos cambios radicales en algunos conceptos del motor”, concedía estos días Alonso desde Bakú, donde en unos meses se celebrará el primer gran premio de Azerbaiyán. “En términos de rendimiento todavía tenemos que liberar parte del potencial, porque hasta la fecha hemos sido conservadores. Debemos forzar un poco el límite y buscar el equilibrio que nos permita aumentar prestaciones y a la vez llegar a la meta”, añadía el español, que este 2015 afrontará su 15º curso en la F-1. “El campeonato es muy largo y estoy convencido de que nuestro nivel de desarrollo será bueno, así que confío en que se nos generen posibilidades de llegar al podio”, zanjó el asturiano.

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