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La cuadrilla del arte

‘Purito’ Rodríguez, Froome, Contador y Valverde comienzan hoy un nuevo asalto al poder

Froome, Contador, Rodríguez y Valverde (de izquierda a derecha), el pasado sábado.
Froome, Contador, Rodríguez y Valverde (de izquierda a derecha), el pasado sábado.JOSEBA ETXABURU (REUTERS)

La cuadrilla del arte se hizo famosa en el mundo de los toros en los años ochenta. Eran tres banderilleros y dos varilargos. Cinco, y no cuatro como ahora en la Vuelta, donde Purito Rodríguez, Chris Froome, Alberto Contador y Alejandro Valverde torean cada día segundo a segundo con el miura de la carretera. Todos han ganado algo y han perdido algo. Purito ha subido al podio, como Valverde, enredándose en batallas tremendas, mientras los dos presuntos gallos se reservan para hazañas mayores enseñando por igual virtudes y flaquezas cuando aún resta lo más duro de la Vuelta: una contrarreloj y 19 puertos a la espera de gigantes. Todos se ven ganadores, pero ninguno favorito. O nadie quiere verse favorito mientras no se acerque el final, el tiempo de los riñones.

Purito sabe que tiene una carencia, el reloj individual, donde cede

‘Purito’ Rodríguez: volver a empezar. Es la hormiga. El tipo que sabía de antemano que debía trabajar una semana para reducir los daños colaterales de un día, el miércoles en Pontevedra en una contrarreloj donde espera “perder como mucho dos minutos y medio”, es decir, poco más de la mitad de la ventaja que ha atesorado, a base de esfuerzo continuo frente a sus ilustres rivales. Purito sabe que tiene una carencia, el reloj individual, donde cede, aunque, como demostró en el Giro, ha mejorado en una disciplina adversa. A cambio exhibe su explosividad, su ataque constante, su fe en sí mismo, su ansia de conseguir una victoria ejemplar. Para no dudar ya ha elegido la mejor tirita a la herida del miércoles en Pontevedra: el día siguiente en el alto del Mirador de Ézaro. “Es un final que me gusta y que tengo hace tiempo señalado en mi calendario de la Vuelta”. Ahí empieza la recuperación de Joaquim, su nuevo comienzo, su nuevo reto, que no renuncia a las altas cumbres de la montaña asturiana. Primero es lo primero: no estrellarse como en 2010 en Peñafiel con el reloj que le expulsó de la lucha, fundido. Ahora, dos minutos y medio parece una herida superable. Es su desgracia, pero a cambio opone la virtud del ataque masivo, sorprendente.

Froome ha dado de todo en la Vuelta: muestras de poderío y de flaqueza

Chris Froome: de príncipe a rey. El ciclista keniano, a 53 segundos de Purito, ha enseñado de todo. Su ambición, fuera de dudas, por ser por fin un grande, y despegarse del sillín de Wiggins, para el que ha trabajado como estajanovista, a costa de su propio lucimiento. Froome ha llegado a la Vuelta a reivindicarse y ha dado de todo: muestras de poderío y de flaqueza, combativo siempre, aunque sembrando la duda de si los grandes desniveles los puede aceptar tras llegar de un Tour exigente. Todos le apuntan con el dedo como el principal rival de Contador: le iguala o supera en la contrarreloj y le sufre y le ataca de igual manera en las cumbres. Ambos están al 50% en la pelea. Puede ser líder el miércoles, pero le espera la prueba de Asturias.

Cada uno de los ataques de Contador ha sido tan bello como estéril

Alberto Contador: “Ahora empieza lo decisivo”. Si algo ha demostrado Contador es competitividad, espíritu agresivo, detalles de grandeza, pero detalles sin resultado. Cada uno de sus ataques ha sido tan bello como estéril. Hasta ahora, a un minuto del líder, se ha visto superado por ciclistas más explosivos, como Purito y Valverde, en el tipo de montaña por la que han transitado. Ahora llega su terreno, más exigente. “Ahora empieza la parte más decisiva, cuando las diferencias van a ser mayores”, afirmaba ayer en Sanxenxo. Contador sabe señalar a su rival inmediato: “De cara a la crono, Froome es el más inquietante”. Pero también sabe que las diferencias no serán importantes y queda mucha montaña, donde él deberá vencer su falta de competición y Froome su esfuerzo en el Tour.

Valverde se autodescartó casi desde el principio, pero le ha cogido gusto

Alejandro Valverde: ¿Lobo o cordero? Valverde vive tranquilo. Se puso la piel de cordero y se autodescartó casi desde el principio. Pero le ha cogido gusto “a la Vuelta más espectacular” que ha vivido, y sus dos victorias individuales, más una por equipos, le lanzan como un rayo. Está a 1m 7s de Purito. Para Valverde, “Froome es el favorito para la crono”, aunque también le ha visto “atascado en Montjuïc”, lo que abre mucho el abanico de posibilidades. A Contador lo ve “nervioso, atacando quizás donde no debe, pero siempre combativo y seguramente con una lógica en todo lo que hace”. Él sabe que está ahí, con sus 70 días de competición en las piernas, pero feliz, confiando en su musculatura y sabiendo que es el artefacto final de cualquier fuego. Si llega con todos, es el favorito.

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