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Asensio y el legado de Zamora

El mediapunta mallorquín agranda la lista de futbolistas que, con pasado en el Espanyol, se suma al conjunto blanco

Juan I. Irigoyen
Marco Asensio posa durante su presentación con la camiseta del Real Madrid.
Marco Asensio posa durante su presentación con la camiseta del Real Madrid.Chema Moya (EFE)

En diciembre de 2014, el Real Madrid le hizo un guiño al futuro. Abrió la cartera antes que nadie en Europa y pagó 3,9 millones de euros al Mallorca para quedarse con Marco Asensio (Palma de Mallorca, 20 años). En el verano de 2015, el mediapunta armó sus maletas rumbo al Madrid. Quería el entonces entrenador del cuadro de Chamartín, Rafa Benítez, sumar a la pretemporada por Australia al joven mallorquín, que acababa de coronarse con la Rojita en el Europeo sub 19 de Grecia. Sin embargo, Asensio todavía estaba verde y había que buscarle una casa de acogida en la que pudiera continuar con su desarrollo. Hasta 27 equipos llamaron a la puerta de Valdebebas para llevarse a Asensio. “Para ficharlo, menos el Bayern Múnich, lo buscaron todos los equipos grandes de Europa, y a préstamo lo querían la Fiorentina, el Bayer Leverkusen, el Oporto…”, explicaban desde el entorno del futbolista. Pero, en el Madrid no dudaron: Asensio tenía que jugar en un club amigo. Y el Madrid no tiene un mejor amigo en la Liga que el Espanyol.

Los enemigos de tus enemigos, son tus amigos; y los dos se unen en contra el Barça Rafa Marañón, exjugador del Madrid y del Espanyol

El puente, tan invisible como fructífero, entre el Madrid y el Espanyol se construyó en blanco y negro. En 1930, el divino Ricardo Zamora dejó el club blanquiazul para continuar cimentando su leyenda en el Madrid, donde jugó hasta 1936. Y hasta Alfredo Di Stefano, después de 11 temporadas en el cuadro blanco, ninguneó una oferta del Celtic de Glasgow y se marchó rumbo a Sarrià, para colgar las botas en el Espanyol en 1966. “No sabía inglés, en Escocia hace frío y siempre me gustó Barcelona”, justificó la Saeta. La sociedad entre el Madrid y el Espanyol se fortaleció en los años 70. De Felipe dejó el Bernabéu en 1972 y se despidió del fútbol en el cuadro barcelonés en 1978. Le siguió los pasos Rafa Marañón, en el Madrid desde el 70 hasta el 74, para jugar en el Espanyol hasta el 83. El argentino Roberto Martínez hizo la ruta opuesta, llegó desde Banfield a Barcelona en 1971 y pasó a jugar en el Madrid en el 74.

“Así como en el Barça se aprecia a los futbolistas técnicos, el Madrid y el Espanyol, salvando las distancias, tienen algo en común: en los dos equipos se valora mucho el sacrificio y el esfuerzo de los jugadores en el campo”, explica Rafa Marañón. Ocurre, sin embargo, que entre Chamartín y Cornellà hay un pacto implícito que trasciende al mundo de la pelota. “Los enemigos de tus enemigos, son tus amigos; y los dos se unen en contra del Barcelona. En ese sentido, hay un nexo sentimental entre el Espanyol y el Madrid”, completa Marañón. Sentimentalismos (o desprecios) al margen, el intercambio de cromos entre el cuadro blanco y el blanquiazul suma 51 futbolistas. El último que conquistó el corazón de las dos hinchadas, Lucas Vázquez, semifinalista de la Copa del Rey con el Espanyol en la campaña 2014-2015, campeón de Europa con el Madrid el curso pasado.

El sacrificio de Lucas

“Cuando fiché por el Espanyol en lo único que pensaba era en que quería tener continuidad en un equipo de Primera”, explicaba Lucas Vázquez, antes de dejar Cornellà. El extremo llegó al conjunto blanquiazul desde el Castilla y, tras una temporada en Barcelona, Rafa Benítez lo  repescó para el Madrid. “Aquí, en el Espanyol, aprendí a jugar sin el balón, a correr y a pelear; a pensar más en el equipo que en mí. Fue un año muy intenso y tuve que adaptarme a jugar con más sacrificio”, completaba el gallego, que en su primera campaña con el Madrid disputó un total de 37 partidos y firmó cinco goles. Lucas Vázquez paso la prueba; este año, el Bernabéu espera a Asensio.

En el Espanyol, aprendí a jugar sin el balón, a correr y a pelear; a pensar más en el equipo que en mí Lucas Vázquez,  jugador del Madrid

“Yo quería volver al Madrid”, revela Asensio. El mediapunta tuvo una discreta temporada el curso pasado en el Espanyol. Jugó 37 partidos y marcó cuatro goles. “Era su primera temporada en esta categoría. A pesar de que es un chaval muy tímido, se adaptó perfecto al grupo y trabajó mucho todos los días. Nunca pensó más allá del Espanyol. Se merece lo que le está pasando”, analiza Gerard Moreno, el paso de su amigo —habían coincidido en el Mallorca— por Cornellà. “Sé que es muy complicado hacerse un hueco en el Madrid, tiene a los mejores jugadores del mundo. Yo intentaré aportar mi granito de arena. Zidane está contento conmigo y me lo ha transmitido. Espero que siga así”, completa el mallorquín, que en un Madrid sin grandes refuerzos (solo llegaron él y Morata) fue la sensación del verano en el cuadro del Zidane. “Marco sabe perfectamente lo que va a tener. No voy a engañar a nadie”, concluye el francés. Bajo el legado de Ricardo Zamora, asoma Asensio en Chamartín; un nuevo pacto entre el Espanyol y el Real Madrid.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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